Tenemos pues
que acostumbrarnos a la idea de que el Poder nos tiene enmaromados mediante
mentiras ( y por tanto nos arrastra y lleva por donde quiere). Todo ese entramado
de mensajes falsos son lo que a lo largo de los siglos se nos ha hecho aceptar como
la verdad.
Para
conseguir eso, el Poder ha contado con los “sabios” que en el mundo han sido.
Bien entendido que lo de sabios era un título que otorgaba él a quien le
favorecía, negándoselo a aquellos que rechazaban lo dado oficialmente por
correcto.
Esos sabios, servidores
(conscientes o no) de los que mandaban en cada época, han sido hechiceros,
filósofos, profetas, sacerdotes, científicos, políticos e intelectuales.
Y todo esto de manera tal que lo que
estos decían se configuró como lo que damos en llamar cultura.
Es pues la
cultura la cadena más sutil y peligrosa de las usadas para sujetar a un pueblo.
Porque es una cadena invisible por la cual, la gente presuntamente libre,
elige, libremente, ¡lo que quiere el Poder!.
Por tanto,
hay que ir contra la cultura.
La paradoja
está en que para salir del cerco infernal de la cultura hay que saber mucho.
Y claro, esto desconcierta a muchas personas, que de buena fe quieren ir contra
el Orden Imperante y dicen: Si hay que tener el mayor número de conocimientos
posibles tenemos que procurar que la gente cada vez sea más culta. Sin
caer en la cuenta que cuánto más se sabe, más contaminan las mentiras del
Poder, ya que todas y cada una llevan a una conclusión: “Culto o inculto,
mi vida debe seguir igual”.
Para resolver
esta contradicción antirrevolucionaria hay que saber, sí, cada vez más cosas,
pero no las de la cultura del Poder, sino otras, que además son sencillas, como
simples y asequibles son LAS VERDADES de verdad.
Por
tanto hay que propagar contracultura,
hay que educar en contravalores, no hay que dar por buena ni una sola de las
propuestas vigentes. Ni por aparentemente correctas que se presenten. Es más,
cuanto más evidente es la "verdad indiscutible"
más fácil es que sea mentira.
Hay que crear una
contracultura que se enfrente a tantas mentiras tontas.
Tontas porque no resuelven ni uno sólo de los problemas de la gente.
Del libro LA ESTAFA SEXUAL DE PACO MOLINA QUE BUSCA EDITORIAL DESESPÈRADAMENTE
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