jueves, 18 de agosto de 2016

El demonio, el mundo y la carne



El demonio, el mundo y la carne

Todo indica que, a pesar de los pesares, los enemigos del alma (o sea, los amigos de la vida) que nos decían que eran el demonio, el mundo y la carne, no han perdido la batalla, y mantienen  su ejército vivo y coleando.

Sí, porque, ni aún con el apoyo de las religiones, las costumbres y los asesinatos de putas, adulteras, homosexuales, promiscuos... se ha logrado suprimir “la vida”.

Con razón se dice que el demonio, el mundo y la carne son los enemigos del alma, o sea de la represión que a todos se les mete en la cabeza desde el destete.

Con razón es enemigo del orden establecido el Demonio; porque el Demonio, por definición, es el enemigo de la Ley que reza: Respeto al Poder y Represión Sexual.

Con más razón aún es enemigo del orden opresivo el Mundo, porque la observación de éste hace evidente que las Leyes que se presentan como la civilización son, en su mayoría, Leyes que van contra la Naturaleza (ellas sí y no los sentimientos y placeres de las gentes).

Y por último, es enemigo (mejor aún enemiga, en femenino) del orden enfermizo vigente, LA CARNE ; porque, tras esta declaración de guerra ¿hay evidencia más clara de que en definitiva se trata de prohibir el placer sexual, dado esta batalla es la clave para trastocar lo natural por lo artificial y la libertad por el macho-capitalismo?.

Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.


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