domingo, 21 de agosto de 2016

Horizonte político


Horizonte político

Esa lucha supone, respecto al problema de la supervivencia:

>Dar enseñanzas a todos, ya que, cuanto mayor sea el saber del conjunto, tanto más probable es que se inventen cosas, que nos ayuden a vivir mas confortablemente y mejor protegidos.

>Extender los Hospitales, y el número de médicos y sanitarios, en tal número, que nadie muera por falta de atención o de dinero para pagarse la mejor atención.

>Construir viviendas sin parar o parando solo cuando sean suficientes.

>Potenciar la producción natural de alimentos y energía, de forma tal que todo el mundo tenga para comer, al tiempo que está a resguardo de las inclemencias de la Naturaleza.

Para conseguir y llevar a cabo estas cuatro tareas básicas se dedicaría a ello toda la Humanidad sana. 

Ese trabajo se traduciría en horas, dividiendo después el tiempo necesario para cumplir esos objetivos entre todas las personas disponibles, y conocer cual sería la jornada necesaria de trabajo.

El trabajo sería un deber; digno y soportable, pues haciendo sólo cosas útiles no se tendría que trabajar en exceso.  

No habría  situaciones de explotación, ni horas extras sin sentido, ni fabricación de cosas superfluas, y sobre todo, no habría competitividad.

Esto no supondría que en el tiempo libre cada persona, por su cuenta y riesgo, no pudiera hacer lo que le pareciese oportuno. Pero la clave está, como bien se percibe, en que todos dispondrían de lo imprescindible y con calidad garantizada.

En este orden de cosas, la competitividad se transformaría en solidaridad. 

Y cuando alguien no pudiese cumplir con su mínimo imprescindible, por enfermedad o cualquier otra causa, los vecinos cubrirían su trabajo.


Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.

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