viernes, 5 de agosto de 2016

La verdad de cada uno


La verdad de cada uno

Se pretende ahora demostrar que existe una represión  sexual activa, aunque para ello bastaría invitar a que cada cual repasara su propia vida, sus deseos, sus ansias, sus pensamientos, sus renuncias y sus frustraciones, y quedaría claro que el sexo está  perseguido.

Si bien esa represión es tan totalitaria y sutil que muchos no quieren reconocerla. Por eso hay que sacar a colación y al aire, el tipo de examen de conciencia que sigue:

Empecemos para ello por repasar qué es lo que entendemos por Sexo. En principio se debe entender lo que entiende todo el mundo. Aunque asumirlo sea triste, porque supone que estamos aceptando el uso de esa  palabra como un factor  represor.¿Acaso no es fea?

Repasemos por qué es así. Acojámonos para ello a la tesis de Agustín García Calvo (autor  de libros como “De Dios”. Editorial Lucina). Dice, este Enemigo Público Número Uno del Orden Establecido, que de la misma manera que el Poder quiso inventarse el concepto de Alma y para ello, como no tenía forma de decir qué era eso, creó previamente el concepto de Cuerpo, para luego decir: “El Alma es eso que hay en cada uno y que no es el Cuerpo”. Pues igual hizo  para inventar lo que dicen que es el Amor (y de golpe y porrazo sacar de la chistera lo que dicen que es el Sexo). Y así el mensaje  que nos hacen llegar desde el Poder es éste: “Ya sabéis, cuando dos están haciendo lo más apetecible que hay bajo las estrellas, eso que sientes y que no se sabe lo que es, eso es el Amor, y lo otro, que sí sabes lo que es, eso es el Sexo”.

Quedando así el Sexo marcado como “lo sucio de lo bueno”, lo palpable de una pasión.

Pues bien, aún aceptando que al hablar de lo que vamos a hablar, si utilizamos el término Sexo, caemos en la trampa que nos tienden, sí se va a tomar en lo que sigue el atajo de llamar sexo a lo que está prohibido. Y precisamente por eso, porque es un atajo que facilita que así mayor número de personas entiendan mejor lo que aquí se defiende. Aunque no se debe olvidar que no hablaremos de sexo y sí de eso que todos quisieran hacer y rehacer y deshacer y vuelta a empezar, si fueran libres.

Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca desesperadamente editorial.


No hay comentarios:

Publicar un comentario