martes, 16 de agosto de 2016

Las izquierdas no saben qué hacer con el placer sexual.


Las izquierdas no saben qué hacer con el placer sexual.

En efecto, donde han tenido el poder o la posibilidad de Gobernar (salvo al comienzo de la Revolución Bolchevique), o han sido también agentes de la Represión sexual o no hicieron absolutamente nada para romper el Cinturón de Castidad  impuesto a los pueblos civilizados.

Respecto a las reivindicaciones de las izquierdas donde no gobiernan, son también, en este aspecto, exageradamente tímidas.

Llamamos izquierda a todo conjunto de personas que en cualquier momento de la historia plantaron cara contra el Poder y sus Leyes.

Pues bien, aceptado eso, un repaso no exhaustivo nos indica que la lucha  fue, como dice Marx, Lucha de Clases (batallas libradas en el campo de la economía). 

En consecuencia se cambió la sociedad sin entrar a discutir ciertas Leyes, Normas y Mandamientos que son herencia e invento del Poder y  no Teoremas de la Naturaleza como pretenden que creamos.

La explicación, de este persistente error, radica en que de la misma manera que los hijos mejoran en salud y aspecto respecto a sus padres, pero sin embargo siguen conservando algún rasgo de sus progenitores; en esto es como si los hijos de cada Revolución hubieran salido mejores que sus antepasados, pero siguieran pareciéndose a éstos en un rasgo destacado, en el rasgo de mantener la Represión Sexual.

¿Por qué es este detalle el que se hereda de cualquier régimen político tras una revolución de izquierdas? 

Sólo cabe una explicación. Esas revoluciones las  dirigieron los hombres, y dado que la represión sexual (cebada fundamentalmente en las mujeres) es la Esencia del Dominio Machista, es difícil que la entierren los machos.


DEl libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.

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