martes, 16 de agosto de 2016

La derecha también progresa.


La derecha también progresa. 

 La mayor permisividad del conservador contemporáneo proviene de que no le queda otro remedio. 

Es como el dueño que ata a su perro en corto. 

Esa falta de libertad exagerada (en contraposición con la camuflada) puede motivar en el perro una furia que, o bien le ayude a romper la maroma, o bien que sus desesperados ladridos, no dejen dormir al dueño. 

Ante esta tesitura, el amo astuto irá alargando la cadena, para ir calmando al chucho, según las épocas.

Y así, hoy vemos que ya hay conservadores a favor de la  homosexualidad, el divorcio y el perdón del adulterio, amén de la educación sexual .

Pero esto se debe a la evolución natural del Poder, ya que si no hubiera sido progresista habría perdido gran parte del dominio que tiene sobre personas y cosas, e incluso, posiblemente, ya habría perdido todo el Poder.

Para saber cómo fueron de claras las cosas en el pasado basta con estudiar el presente en los lugares de la Tierra donde aún el Poder puede mantenerse burdamente; es decir, donde aún no se ha visto obligado a evolucionar, latitudes donde se lapidan adúlteras (en femenino, claro), donde se ahorcan maricones, se exige el burka, se amputa el clítoris........

Y respecto al burgués, o noble, o patricio, o amo del cotarro y su carácter putero, cabe decir que, precisamente eso, confirma también las excelencias del placer del que hablamos. 

¿De qué le serviría al poderoso todo su poder si luego renuncia a lo mejor?.

Fijándose en qué gastan su dinero los poderosos se ve lo que es esencial para el ser humano: La seguridad y el placer.

No hay que confundir los valores burgueses (que son repudiables) con los "gustos" burgueses (que son los de todos)

Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.


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