viernes, 5 de agosto de 2016

La polémica de los condones

NO ERA LA SANTA CENA

Es este un escrito de respuesta al que el habitual columnista Lorenzo Pedrero me dedicó bajo el titulo: "Molina nos dio la cena".

Vaya por delante que me va a costar un montón replicar, porque respeto hasta la exageración (como se va a ver) al compa Lorenzo.

 Para empezar y no estropear nada, me voy a limitar a aportar datos y que cada cual opine al final lo que le plazca.

Conviene subrayar que la Cena de los Inocentes la organiza en el día de ellos (el día de las bromas) la Cofradía Zamorana Progresista del Buen Humor (Cozprobuho) y que por tanto todo hay que relativizarlo aún más que el resto de los días.

Puestos en estas latitudes hay que entender que los excesos son como mucho pecados veniales, pero que sobretodo son cosas que pretenden divertir (y si encima invitan a pensar, mejor que mejor).

Ante la crítica que hace L.P. a que yo no hablé de cosas bonitas y trascendentes a pesar de haber cogido el micrófono y no soltarlo, sólo debo decir que quien quiera, como se ha visto en las 14 cenas celebradas ya, ha podido coger el micro y largar lo que quisiera y en el tono que quisiera.

Ocurre que, sin saber muy bien por qué, hace falta un "presentador". Por costumbre hago ese papel y como soy un clásico, considero que la misión del presentador es entretener.

Entretener entre acto importante y acto importante.

Para ello se ha de apostar por una línea de humor, que dado que a la Cena de los Inocentes va mucha gente y mucha sin "politizar", ha de ser sobre un factor común que todos entiendan:

Optado por ese criterio no veo problema en recurrir a la sal gruesa (en realidad fina, como se verá) precisamente por eso, porque la sal eleva la tensión y en una reunión que pretende ser distinta de las del resto del año (políticas, poéticas, científicas, de trabajo, etc...) se debe mantener la tensión alta para pasarlo mejor.

La presencia del condón junto a los cubiertos era simple.

El artefacto estaba propuesto para el Premio Inocente.

El Comité Antisida ha hecho  bandera de ese artilugio dada su importancia para prevenir la enfermedad, y dado que no se sentían con ánimo para asistir a la fiesta porque días antes había muerto su presidente, se me ocurrió pedirles unos cuantos y promocionar la prenda.

Por cierto dieron 200, sin embargo solo había 117 personas y aún así se acabó el material, luego útil es.

Para acabar este tema, conviene aclarar que los condones se pusieron sin estrenar, lo cual se dice porque tal y como L.P. lo cuenta parece lo contrario, haciendo tragedia donde sólo hay comedia.

No obstante si alguien se sintió molesto, dado el día que era, solo cabe pedirle misericordia y perdón.

Respecto a los premios (El Herodes a Valín y el Inocente a la Asamblea contra los planes de Valorio, el Rio, la Gusanera, etc.) recalcar hasta la extenuación que fueron los que más votaron todos los asistentes, tras que antes quien quisiera pudiera intervenir a favor o en contra.

Por cierto, que yo, el malo de la película, ni defendí, ni ataqué a nadie especialmente, e incluso me olvide de votar.

Y por último, la madre del cordero (reprimo el chiste).

Hace tiempo que caí en la cuenta de que eso de que hay que respetar las ideas de todos es algo del pensamiento único.

Considero que lo que hay que respetar es a las personas y no sus ideas porque las ideas son causa de conflictos.

En ese sentido practico lo que se puede llamar "humor serio", y así hice un monólogo en que por reducción absurdo planteaba a la asistencia la siguiente tesis:

Todos vivían en plena bacanal y yo, en plan predicador, les proponía la conversión para que pasasen a llevar una vida exacta a la que ya llevan.

Naturalmente una persona tan inteligente como L.P. vivió la contradicción del tema y parece que se ha molestado.

Lo siento. Pero insisto, era día de bromas y sobretodo de perdonarlo todo, lo mismo que yo le perdono que presente a la opinión pública, a Molina, Cozprobuho e IU como tres personas distintas y un solo Dios verdadero, cuando son tres cosas completamente diferentes, por lo que considero excesivo que mis faltas se utilicen para salpicar a gente estupenda.

Si la cena hubiera sido de IU, como en tantos actos que hace, todo habría sido distinto, riguroso, respetuoso y adecuado.

Por tanto que no le pida a IU que cambie, que me lo pida a mí que ya veré.

Y respecto al humor, como censuremos el humor... la que se nos viene encima. Un abrazo.


Francisco Molina (Zamora). La Opinión de Zamora. 3 de Enero del 2002

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