lunes, 27 de julio de 2015

Rosalía Aguado Duque. Profesora de Matemáticas

*Bella de noche, bella de día. Si quieres que te lo diga……...es Rosalía

Rosalía Aguado Duque.

Yo examiné a Rosalía en su oposición –sin saber que era ella, y que yo sería de ella - y ahora me examina ella a mí en esta exposición.

Con esa “candidez-audaz” que todos echaréis de menos, Rosalía me decía.

“Estoy deseando llegar a la jubilación para que leas mi semblanza”. A lo que yo contestaba con una sonrisa, diciéndome en secreto para mis adentros: “Hasta que te jubiles….tiempo ha”. Y mira tú por dónde …..

Menos mal que se mire a Rosalía por donde se la mire…chica 10.

Rosalía es singularmente perfecta. Carácter suave. Decisión firme. Atractivo físico. Seducción mental. Madre-hija. Hija ¡¡qué madre!!!

Rosalía, y lo cuento porque da medida de cómo es de extraordinaria, no quería el puesto que tan soberbiamente ha desempeñado y desarrollado- jefa de estudios adjunta al bachillerato-, porque le parecía que era quitárselo a Marisa (hoy en paz, compañera querida). Aunque Marisa ya no podía ejercer tal puesto.

Otro recuerdo para el compa Fradejas que también murió este curso y a todos aquellos de los que no seamos conscientes.

Y es que Rosalía es como esas muñecas rusas que dentro tienen otra, y dentro otra, y así hasta que te llega muy ……adentro.

La primera muñeca que ves en Rosalía es exactamente una muñeca, en el sentido sibarita, o si queréis machista, de muñequita. Mira que muñequita más linda esa chavala.

Y abres esa muñeca y te encuentras a una persona de un pieza, excepcional, leal, equilibrada, inteligente.

Y curioso, abres la siguiente y te encuentras a la Rosalía profesional, responsable, magnífica matemática, profesora incansable, docente a imitar.

Pero hay más muñecas en ella. Veamos la cuarta. Uhy es una Rosalía con dotes de mando. Rosalía con la mano derecha castiga en firme y con la izquierda guía a sus alumnos. 

Lo gritaban ellos mismos, poniéndole la mejor nota posible,  en la graduación de los últimos del bachillerato, hace escasos días. RO SA LÍA, RO SA LÍA, RO SA LIA.

Pero podemos seguir destapando muñecas. Rosalía acabará siendo “la muñeca…. madre de la Pantoja”. ¿No lo sabéis?. Las tres hijas de Rosalía son tres princesas, pero encima hay una que está triunfando con la guitarra y ahí tenemos a Rosalía madre acompañándola – las dos solas- en sus giras por Valencia, Oviedo, etc. Lo dicho “ la madre de la Pantoja”.

Y aún os puedo hablar de otra Rosalía, de esa muñeca íntima, tan clara de alma que sólo con verla por las mañanas, arrobada con un perfume exquisito, percibías su grado de alegría, o de preocupación o de tristeza.

Y por último la última muñeca que yo conozco, que por lo demás está casada y no he podido profundizar más: la Rosalía niña, que apura la vida, los momentos, los instantes, las comidas, las risas, los columpios, los bailes, a tope. La Rosalía que rima con alegría.


Rosalía eres singularmente perfecta. Menos mal que te vas porque si sigues aquí nunca se te hubiera dejado escapar. Rosalía tu serena belleza hace juego con tu serena personalidad. Tu entrega al trabajo es un ejemplo para todos. Tú inteligencia y cordura a ver cuánto nos dura

Rosalía por ti y contigo, los que aquí estamos ¡¡¡ brindamos!!!

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