miércoles, 15 de julio de 2015

Zamora es Zamora

ZAMORA ES ZAMORA

En películas, libros, artículos periodísticos, etc. el título es trascendente.

A mi en alguna ocasión se me ha acusado de hacer un escrito sólo porque tenía un buen título.

Tenía razón quien acusó. A pesar de eso, desde hace tal vez un año, he buscado que todos mis escritos a "LA OPINION-EL CORREO DE ZAMORA,  llevaran en el título la palabra Zamora o algún derivado.

Sé que eso le hace perder embrujo al título, pero se compensa con un mensaje pedagógico: las diferencias entre pueblos no existen o lo que es peor existen, pero para ocultar las coincidencias.

 Aclarémonos. Si alguno de ustedes ha leído alguno de mis escritos que llevan en el titulo la palabra “Zamora”, puede que se haya dicho al acabar, “Bueno, ¿y esto que tiene de únicamente zamorano”

Pues puede que nada pero justo eso es lo que se buscaba hacer ver ¡que somos todos iguales y la misma cosa!

 Y además, las pocas cosas que nos diferencian a los pueblos, perjudican en vez de beneficiar porque a los ilusos les hace creerse  distintos

Una de las estupideces más estúpidas que nos vende el Poder es hacernos creer que somos diferentes, distintos, únicos, y que en la diversidad de culturas el género humano tiene un foco de riquezas. Paparruchas.

En la línea de lo dicho, y bien por caridad o por solidaridad, se nos dice a los humanos “que en el fondo somos iguales”. Mentira.

Donde somos iguales es en la superficie, y en el fondo somos imbéciles (o sea, también, iguales).

Expliquémoslo: No hay ser humano en el mundo que no tenga dos necesidades,  la de sobrevivir y la de gozar sexualmente. Ambas están ligadas a la supervivencia de la especie. De esas necesidades básicas surgen las de tener que trabajar (para tener salud, educación, vivienda…) y de tener relaciones de esas que proporcionan el placer más bueno del mundo.

 Son tan elementales las necesidades comunes de las personas que si todos trabajáramos sólo para eso, las tendríamos resueltas y más que resueltas.

Pero ello supondría que todos estaríamos igual de bien, y no se podía consentir,  así que la historia degeneró y cosas que son una desgracia (por ejemplo que distintos pueblos hablen distintas lenguas) se vende ahora desde el Poder como una bendición cultural Demencial.

 Y lo que es peor, metida la cizaña de que no sólo los pueblos. sino que también las personas son distintas. aceptamos horrores como estos.

 Aceptamos que España (nosotros) cierre las fronteras a los pobres de otros países obligándoles así a venir clandestinamente (en patera) aunque sabemos que de esa forma muchos morirán_

Pero como no son de nuestro pueblo…. allá ellos.

 Aceptamos que todavía millones de jóvenes estén enrolados en multitud de ejércitos preparados para defender a unos pueblos contra otros, lo que origina guerras con muertes o accidentes, como el del submarino ruso en el que más de cien personas han muerto para defender una diferencia que no existe.

E incluso aceptamos que la barbarie de Eta es algo de asesinos. cuyo crimen, además del de quitar la vida, es el no utilizar las instituciones democráticas para pedir la independencia, cuando el problema con ser así gravísimo v ruin, además es un problema de imbéciles.

Sí, sólo la imbecilidad más rematada puede hacer que alguien mate porque considera a su pueblo, nación, patria, o lo que sea, diferente.

Pero diferente en qué. ¿en su tío Babú?. ¿en sus sopas de ajo? ¿en su necesidad de comunicarse? La verdad, no veo la diferencia, salvo que si todos somos imbéciles ellos lo son al cuadrado.

Y lo único que nos disculpa, a nosotros (los que no matamos) de ellos, es que nuestra imbecilidad de creernos diferentes nos la metió en la cabeza el Poder y no nos la acabamos de creer. Ellos sí. por eso al luchar por la diferenciación y la independencia de esa diferenciación, demuestran que son bobos de baba, y criminales a sueldo de una idea del Poder, luego qué libertad piensan obtener.


Francisco Molina (Zamora). Publicado en La Opinión de Zamora años 90

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