miércoles, 27 de enero de 2016

DEL PUERTA A PUERTA AL PORTAZO

DEL PUERTA A PUERTA AL PORTAZO

Tras el éxito de la campaña del puerta-a-puerta realizada en Otoño, el PSOE ha decidido repetir.

Aquello consistía en dar un comic que resumía diez años de tenernos a todos en un puño (apretados junto a los pinchos del tallo de una rosa de plástico).

La próxima campaña va a ser para preguntar —los psoistas— por lo que hicieron mal. No lo saben.

La idea del puerta-a-puerta está muy bien y se basa en el conocido dicho de "hablando se entiende la gente".

En Zamora, la pasada, la de otoño, la tuvieron que hacer sin comic porque en una de las viñetas del TBO, la "familia-maravillas- agradecía que el PSOE hubiera sacado las carreteras por fuera de las ciudades, en circunvalación.

Pero como Zamora es el único caso con carretera (Cardenal Cisneros) por en medio, y a petición del PSOE de aquí, pues claro, los comics aparecieron un día tirados en la cuneta de Trascastillo.

Una pena, porque el éxito de todo comic se basa en la fantasía y nunca en la realidad.

Decíamos que tras el éxito del primer puerta-a-puerta (de hecho si no lo hubieran hecho estarían peor en las encuestas: las últimas son todas en cuesta abajo) pues van a hacer otro puerta-a-puerta.

El puerta-a-puerta se basa en la amabilidad y gentileza del pueblo llano.

Su éxito radica en que se llama a una puerta y sabes que el buen corazón de los que allí viven va a permitir intercambiar palabras, y tras ellas la nobleza de espíritu de las gentes dará pie para seguir en conversación.

El modelo del puerta-a-puerta radica, está, se debe, a un valor positivo que poseen las personas sencillas, se basa en ese buen espíritu que se traducirá en cortesía, esa que nace de la confianza en el prójimo.

Con el puerta-a-puerta, el PSOE pretende que se le abran hogares para tras charlar con la familia, que ésta les de el voto que les permita obtener la llave de otros hogares: ¡las instituciones! pero...

¿qué hacen los psoistas cuando el vecino que abrió su puerta y confió en quien llamaba, ya le ha dado el voto —la llave—por ejemplo del Ayuntamiento?

¿Le corresponde el PSOE al pueblo con la misma disposición que este tuvo al abrirle la puerta de su casa?

Veamos. En el Ayuntamiento de Zamora, no vaya usted a ver a ningún concejal del equipo de gobierno por las mañnas, porque no reciben.

Solo reciben por las tardes, pero ojo, únicamente ¡con cita previa!, es decir después de (es de suponer) filtrar las visitas-incómodas.

Normas, como se ve, que son todo lo contrario de las de cualquier ciudadana/o cuando le molestaban en casa con el puerta-a-puerta.

Claro que usted, que es muy sensato, tal vez considera normal que concejales tan agobiados pongan un orden como por ejemplo el dentista.

De acuerdo, pero entonces por qué la orden de recibir solo por las tardes y con cita previa se ha dado para todos los concejales, cuando algunos no lo hemos solicitado?

Creo que es mi deber:”el  que me mareen las gentes contándome sus problemas", no quiero —no es necesario en mi caso tanto protocolo--; pues bien aún así el alcalde sin consultar con los grupos, a dispuesto tan exagerada norma..., porque la cosa sigue.

La asistencia a los plenos, que es pública por ley, como lo son muchas audiencias en los juzgados, solo se puede hacer "con el carnet en la boca", lo que no exigen ni en el Palacio de Justicia, a pesar del trasiego de delincuentes que por allí se da.

Pero hay más, es tal la descortesía y la falta de correspondencia con lo que se le pide al pueblo, en cuanto a espíritu abierto, en el puerta-a-puerta y lo que le devuelve el partido en el poder a ese  pueblo una vez la poltrona que: ¡Pásmese!   La policía municipal tiene orden de no informar, ni siquiera, sobre si un concejal está o no en la casa.

Es decir, orden de mentir o ser groseros, pues si saben que alguien está y les preguntan ¿que pueden hacer? o mentir o hacer ruidos extraños.

Así de triste se escribe la historia: el buen corazón que tienen unos para abrir la puerta de su casa, es luego premiado con un portazo en las narices, y además un portazo con la puerta de todos: la del Ayuntamiento.

Francisco Molina (Concejal de IU). La Opinión de Zamora. Entre 1991 y 1995


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