En una entrevista
del verano pasado, comenté a la periodista que lo que me pareció más
trascendente de la primera experiencia de IU en el Ayuntamiento de Zamora, fue
el instante en que percibí que estábamos capacitados para gobernar; es decir,
capacitados para estudiar los temas, para descubrir los problemas que puede
encerrar cada uno y para buscar la salida más justa para los particulares y
para el colectivo social: la ciudad.
Un ejemplo de esto lo
tenemos en el caso de "las viviendas de Pinilla". Asunto tratado en
el último Pleno. Todos los grupos votaron a favor de que 22 viviendas se vendiesen a sus actuales
inquilinos; mientras que IU propuso que el tema se estudiara con mayor
profundidad, antes de dar un paso posiblemente equivocado por no ser el mejor.
De todas formas, lo
que uno diga de su grupo o de sí mismo no tiene validez; luego es preferible
que se les den datos a ustedes, y que después juzguen.
Son 24 viviendas que
ocupan un extenso solar entre las calles Arcenillas y Moraleja. Están dispuestas
en dos plantas; bajo y primero. Construidas en los años cuarenta y no reparadas
por el propietario (el Ayuntamiento), tal vez desde nunca, por lo que están en
deplorables condiciones de infraestructura.
Dichas viviendas se
hicieron para ser disfrutadas por funcionarios del Ayuntamiento en régimen de
alquiler.
Pasados tantos años (pronto
hará 50) resulta que el descontrol llegó a ser tan absoluto que: hubo épocas en
que no se cobraban los alquileres.
Hubo subrogaciones
correctas, incorrectas e incluso desconocidas. Hubo también, la dejadez ya
dicha del Ayuntamiento en cuanto a la conservación del inmueble, dejadez llegada
a tal grado que las obras correspondientes para reparar serian más caras que el
propio valor del inmueble edificio.
La propuesta que
prosperó consiste en:
1) Vender las
viviendas que están vacías (que son dos).
2) Ofrecer las otras
22 a los inquilinos para que las adquieran. Pero no todas al mismo precio, por
culpa de una ley.
Así, entonces, se
venderán más de la mitad por unas treinta mil pesetas y el resto por más de un
millón y medio.
Ante esto surge una evidencia:
Puesto que todas las viviendas están en el mismo estado (respecto a su
estructura arquitectónica), va a resultar que si el precio de 30.000 ptas es
justo, el precio de millón y medio es ofensivo e insultante; mientras que si el
precio de millón y medio fuese el adecuado, lo que resultaría injusto seria
vender algo igual por lo que cuestan un par de gabardinas.
Para IU lo prudente
era:
a)
Dado que el deterioro del inmueble
supondría unos arreglos tan caros que su coste superaría el valor de mercado
del edificio (excluyendo el solar) ello supondría que el edificio podría ser
declarado en ruina, con el consiguiente desalojo de los vecinos.
Pero
como eso sería una canallada lo que haría en principio el Ayuntamiento por los vecinos
seria no tomar esa medida, ayudando así de una manera importante a esas
personas.
b)
El segundo paso pertinente consistiría
en regularizar la situación administrativa de todos los inquilinos sin pedir
responsabilidades.
c)
Y en tercer lugar, se estudiaría la posibilidad
de garantizar viviendas sociales para las familias (cuestión factible ya que
son de escasos ingresos y además estarían necesitados de viviendas), bueno
pues, como decíamos estudiar la posibilidad de que se construyera en ese solar
(bastante extenso) un edificio con pisos que permitiera no solo resolver el
problema de estas personas, sino también el de otras que en la ciudad también
tienen dificultades económicas y la ausencia de un techo digno.
Estudiada
esta salida y otras, si no fueran factibles, siempre se podría optar par hacer
lo que ahora se ha hecho con precipitación.
Gobernar
correctamente, en este caso, supondría intentar resolver con los medios que
tiene el Ayuntamiento el problema del mayor número de ciudadanos posible, y no
solo de unos cuantos.
Respecto
a la afirmación, hecha en el último Pleno por el alcalde de que, ante el ruego
de IU de que se le atiendan los asuntos de todo tipo pendientes desde ¡septiembre!,
varios de ellos se habían tratado en comisiones en las que yo no estuve, eso es
mentira como no hace falta ni demostrar.
Han
olvidado algunos que si mentir en la vida privada se entiende, porque si no, no
sería privada, mentir en la vida pública es intolerable, porque si no, no es pública.
FRANCISCO MOLINA. La
Opinión de Zamora. Allá por el 1994 siendo yo el único concejal de IU
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