viernes, 1 de enero de 2016

EL CUENTO DE LAS CUENTAS

EL CUENTO DE LAS CUENTAS

En el Pleno ordinario de enero IU votó en contra de las cuentas de 1993 por ser unas cuentas falsas

Naturalmente tal postura y denuncia "ha sentado como un tiro" a la Alcaldía, ya que pensaban hacer creer al pueblo llano que gracias a ellos se había pasado de años de déficit a años de superávit.

 Tan mal ha sentado la acusación de IU, que la propia Alcaldía (o sea el alcalde) se ha dignado emitir un comunicado contra este "humilde, frívolo e ignorante concejal", diciendo que la economía mejora (estos del PSOE confunden la mejora de la economía propia con la del país y la de las ciudades).

No obstante, si IU dice que las cuentas son falsas, y ellos dicen que son verdaderas y buenas, solo hay una forma de resolver el asunto: que juzguen ustedes.

Las cuentas de 1993 tienen que indicar cuánto debe el Ayuntamiento el 31 de diciembre de ese año, y cuánto le deben en igual fecha.

Así se sabrá si todo va bien (caso de que te deban más de lo que debes), o si todo va mal (caso en que debas más de lo que te deben).

La mayoría gobernante dijo (a bombo y platillo) que todo iba bien porque en el Haber había 49 millones más que en el Debe.

....Pero, "por el hilo se saca el ovillo".

A todo esto, un ciudadano nos presenta una documentación en la que se demuestra que le deben casi un millón de pesetas desde hace siete años y que esa deuda no figura en las cuentas de 1993 (en las que también se debe contar lo de atrás); es decir que entre las cantidades que debe el Ayuntamiento no aparece ese millón.

 Que el Ayuntamiento debe realmente esa cantidad se comprueba por lo siguiente: el propio Gobierno del PSOE de 1987 (mes de abril) con el mismo alcalde, en Comisión de Gobierno, reconoce esa deuda, y el propio PSOE en 1992 (también gobernando) le indica al interesado que presente una factura que ya le van a pagar.

Luego, es evidente (hay mas documentos) que es cierta la deuda.

Ahora Bien. (¿por qué no aparece en las cuentas oficiales? Sencillamente, porque le falta "el trámite burocrático" de pasar por Pleno bajo el epígrafe de "reconocimiento de crédito".

Y ¿quién decide que haya crédito para el reconocimiento de crédito?

Más sencillo todavía, la Alcaldía o quien gobierne allí.

Al preguntar, como concejal de IU, cuánto suman todas estas deudas que son "reales", aunque les falte algún trámite de legalidad (por cierto, por culpa del Ayuntamiento y no del deudor), se me contestó que no se acordaban de la cifra (ni siquiera aproximada).

De ello se deduce que no era este millón el único en danza, y es fácil suponer sean muchos: máxime cuando nos dice la Alcaldía, en su nota contra este "humilde, frívolo e ignorante concejal", que se han reconocido créditos (o sea se han hecho emerger de las catacumbas)  más de 1.400 millones en los últimos años.

Así que ya está usted, ciudadano o ciudadana, en condiciones de juzgar si las cuentas de 1993 son falsas o no: pero por si aú le cabe la menor duda, vaya esta metáfora:

Imagine que el señor  Refoyo gasta más de lo que gana, pero a fin de año, para hacer las cuentas, elimina las facturas que le vienen a nombre de señor Refollo porque estima que son incorrectas ya que les falta el requisito legal de escribir su nombre correctamente, es decir con "y" en vez de con "ll".

Imagine que hecho esto le da superávit. ¿Puede presumir de ello ante la familia'? ¿Tiene derecho la familia a saber cuánto suman las facturas "anuladas" burocráticamente pero que luego habrá que pagar por las buenas o por las malas —pasando por un juzgado—?

Pues este es el meollo del asunto.


FRANCISCO MOLINA (*) (*) Concejal de IU: La Opinión de Zamora. 11 de Febrero de 1995

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