martes, 10 de noviembre de 2015

NO HAY DERECHO

                                               NO  HAY  DERECHO

La frase de “no hay derecho” de puro rutinaria ha perdido el significado inicial. “No hay derecho” es la otra forma de decir “no existe justicia”.

 Y cuando no hay justicia siempre vence el más fuerte, porque a pesar de que las leyes las hace el poderoso, como las hace para  engañar y engatusar a las masas tiene que darles alguna  apariencia de leyes justas. Pero claro si las leyes, son algo lógicas   puede ocurrir que les lleguen a perjudicar. Entonces para arreglar ese problema lo que se hace es que  la Máquina de la Justicia sea lenta, desesperantemente lenta.

            Conseguir eso es fácil. Menos jueces de los necesarios. Personal auxiliar el justito, y medios materiales insignificantes. Que hasta  el más cochambroso de esos Centros de Interpretación de cualquier Bobada que se inauguran a diestro y siniestro está mejor dotado.

            Lo de que los jueces sean pocos tiene una doble ventaja. Por un lado la ya dicha de que la Justicia  lo sea a cámara lenta para los ricos y a cámara de gas para los pobres. Y por otro que si el colectivo es pequeño resulte más sencillo hacerle creer Cuerpo de Elite y más fácil así que  algunos se sientan del mundo de los escogidos y por tanto temerosos a ser expulsados de él.

            De esta manera por “haches” o por “bes” resulta que “no hay justicia” para, por ejemplo los banqueros- ahora varios en el banquillo de los acusados pero sin sentarse- y si la hay para los padres de los hijos de las chabolas que de mayores, decía uno, “quería ser,  presunto como su padre”, según  chiste de “El Roto”.

            Pero no sólo eso. Como no se quiere que haya justicia se dejan campos enteros a la intemperie y así por ejemplo en Carbellino unas vacas pueden desayunar su propia leche metiendo el hocico por la ventana de la cocina de algún vecino porque “donde hay cacique que aguante el ciudadano”, sin que se sepa a quien recurrir. En Moveros a un ciudadano que reclamó porque se usaba agua potable para otros fines cuando resulta que  había necesidad de camiones cisterna todos los veranos, se le dijo que allí nunca faltó el liquido elemento.  O en otro pueblo el Alcalde exige licencia de obra a un enemigo mientras que al amigo le dispensa de cualquier permiso. Estas cosas en nuestro mundo rural no paran de ocurrir y la gente se desespera de gritar ¡No hay derecho!.

            En 1999 entra en la Diputación de Zamora Carmen Laguno por Unión Centrista. Tiene derecho a un auxiliar administrativo y a estar presente en todos las Comisiones de Trabajo cobrando. Todo ello según unas Leyes y un Reglamento de Régimen Interior que aprobaron los partidos grandes. Pues bueno,  por la fuerza de los votos de los diputados rivales, se le usurpan esos derechos. Entonces ella recurre ante la Justicia. Presenta un vulgar Contencioso-Administrativo, que se había dicho que era lo que se aceleraría por ser más fácil, patatín patatán.

 Según mis cálculos eso lo haría como muy tarde en el 2000. Han pasado cuatro años y no hay justicia, ni derecho. Ella ya no está en la institución y puede que ni en la política. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León no ha tenido tiempo en este tiempo de decir ni mú. Como la vaca de Carbellino. ¿Quién gana en este caso, por no haber justicia-rápida? El fuerte, como siempre. Los partidos grandes, porque cuando salga el veredicto, aunque le den la razón a la Sra .Laguno los poderosillos se habrán salido con la suya. Y encima si hay que pagarle una indemnización a la perjudicada se hará con el dinero de todos y no de los aprovechados.


            No hay derecho. No hay justicia. Y lo peor es que todo eso está planificado. El dinero del pueblo, vía impuestos, no debe volver al pueblo. Sanidad y listas de espera. Educación y números  clausus son otros ejemplos. No hay derecho. Lo más que hay es justicia en diferido. Injusticia.

FRANCISCO MOLINA.  Año 2004 en La Opinión de Zamora

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