domingo, 8 de noviembre de 2015

Y VINO EL LOBO

                                               Y  VINO  EL  LOBO

-¡Por el arma de Viriato! - Gritó Peromato, mostrando a La Gobierna un ejemplar de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA donde aparecía la noticia del desastre de Nueva Orleáns

- Al final van a tener razón los ecologistas con su grito de  “que viene el lobo”

-No lo dudes amigo. Aunque tal vez el “que viene el lobo” haya que cambiarlo por el “que viene el capitalismo”. Porque los lobos son esos. El lobo de la energía nuclear, el lobo de la destrucción de la capa de ozono con las emisiones de CO2, el lobo de las guerras, el lobo del despilfarro, el lobo de la competitividad, y en este caso “el lobo de la especulación”. Todos lobos del capitalismo.

-¿Lo dices porque lo del abandono de “su” pueblo, por parte del Gobierno de EEUU, se debe a la política del “sálvese quien pueda”, del todo privatizado, de la no inversión en bienes comunes, y es eso lo que ha hecho que la catástrofe fuera aún mayor?

-Lo digo por eso, pero sobre todo lo digo por la causa principal del desastre. Mira, el huracán paso por otros estados y ciudades, y como era violento causó sus bajas, pero en ningún sitio superaron los 100 muertos. Pasó el ciclón y paso el mal. Pero en Nueva Orleáns, el Apocalipsis ha venido porque gran parte de la ciudad estaba construida bajo el nivel del mar, del río Missisipi y de un lago-

-Ah!. Y por eso hablas de especulación ¿no?. –

-Claro. Resulta que para obtener terrenos baratos y venderlos caros, se ponen en venta algunos que deberían ser “no-edificables”, por ocupar zonas de riesgo, con lo que se multiplica por mil su precio. Porque mira, la tragedia viene porque las aguas lo han inundado todo. El huracán ya pasó, ya no llueve, y sin embargo todo sigue lleno de agua. Ese agua que ahora está en su terreno.

-Pero, esos abusos ¿son frecuentes?.

-Pues mira, hasta en Zamora, sin ir más lejos, tenemos algo parecido. El Centro Comercial Valderaduey se llama así porque por allí pasaba el cauce del Rio Valderaduey, el que ahora va mansamente al Duero por el Puente de Villagodio. Es más; todo lo que se conoce como la Vaguada, es la vaguada que formaba ese río, que iba a unirse al arrollo de Valorio, para juntos ir a morir al Duero poco más abajo de Olivares.

-Ya, pero por ahí hace siglos que no pasa una gota de agua.

-Fíate tú de los peces de colores. Atiende; desde hace años los científicos están observando que hay dos cantidades que crecen sin cesar. De momento no han encontrado relación entre el aumento de una y el  de la otra; pero cada vez sospechan más que tienen algo que ver.

-Ah! Eso lo he leído, se trata de la cantidad de pérdida de la capa de ozono y de la cantidad de fenómenos naturales desmesurados que se están produciendo con rango de catástrofes: sunamis, terremotos, inundaciones, sequÍas, huracanes, cánceres, etc.

-En efecto; todas estos males aumentan en cantidad y en tamaño, mientras crece y sigue creciendo el calentamiento de la Tierra por la desaparición de las capas que nos protegen de un exceso de calor solar.

-Ya, pero aquí lo que  hay es sequía y no inundaciones; así que, es “alarmismo” decir que quienes viven en el cauce del antiguo Valderaduey corren peligro.


-Yo sólo he puesto ese caso como ejemplo de que , con el sistema capitalista, “en todas partes cuecen habas”; pero por si acaso, mejor que no se desmelene nunca ese riito porque encima con la de “diques artificiales” que se han creado en él, basta con que uno acumule agua y luego estalle, para que la gente acabe saqueando el Eroski por su variedad de artículos (con regocijo, por cierto, del pequeño comercio; pero eso es otra historia, también capitalista, que mejor no vivirlas, ¡por el arma de Viriato! )

FRANCISCO MOLINA. PUBLICADO EN LA OPINIÓN DE zAMORA EN EL 2005

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