viernes, 27 de noviembre de 2015

TEOREMA DE LOS BURROS

TEOREMA DE LOS BURROS

El presidente del Gobierno español señor Aznar, se ha negado a entregar a la Justicia los papeles del Cesid (esos que consistían en espiar las conversaciones de la gente para hacerles chantaje, y, o bien sacarles dinero o bien tenerlas a su merced).

Para justificar una conducta tan anti-democrática ha contado "urbi et orbe" (a todo quisqui) que a él los españoles le han elegido “para mirar al futuro y no al pasado”, y que lo que corresponde, dice él, es mirar adelante y trabajar para sacar a España del atolladero económico.

No hay que ser el primo de Sócrates para darse cuenta que cuando dice Aznar que le han elegido "para que mire el futuro (hacia adelante) y no para que mire el pasado (hacia atrás)", en el fondo no sólo nos está indicando lo que va a hacer  él, sino que nos viene a indicar a todos que debemos actuar igual, que enterremos nuestras ansias de venganza (contra Felipe González) —lo cual sería mirar atrás— y que concentremos todas nuestras energías en sacar España a flote, es decir que miremos adelante.

Pero eso de que se “saca el trabajo adelante mirando el futuro y sin distraerse con el pasado”, ya estaba inventado por la sabiduría popular.

Estaba inventado y estaba resuelto.

Y así, sabido es, que para sacar más rendimiento a los animales de carga (burros, mulos, mulas y demás familia) se inventaron las ante-ojeras, que unidas a la cabeza o cabezal del cuadrúpedo de turno, hacen que el animal "solo mire hacia adelante y no mire hacia atrás". Y tire del carro que es un primor.

Nos encontramos entonces con que lo que el señor Aznar formula no es otra cosa que el Teorema de los Burros o del Rendimiento Máximo en Cuadrúpedos.

La única duda radica en saber si él está con los que quieren que los ciudadanos seamos burros de carga, y por eso nos invita a ponernos anteojeras (sin tenerlas puestas él, aunque diga lo contrario).

O si por el contrario él no está en el ajo (del poder) y resulta que las anteojeras se las han puesto a él, tratándole por lo tanto como a un asno.

En ambos casos (por cierto compatibles) el asunto es grave: porque no queremos ser sólo burros de carga, ni tampoco que lo sea nuestro jefe de Gobierno.

Porque lo cierto es que todo esto de ocultarle al pueblo lo de la corrupción, los GAL, el latrocinio del poder y otras lindezas es una burrada.


FRANCISCO MOLINA (*) Diputado Provincial de IU. Publicado en La Opinión de Zamora el 26 de Agosto de 1996

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