martes, 10 de noviembre de 2015

¡¡ZAMORANO A LA VISTA ¡!

                                   ¡¡ZAMORANO  A  LA VISTA ¡!

Siendo  Diputado Provincial se trató el asunto. Debió de ser hacia el año 1999 o antes. Parece que la Operación Añoranza, que se había traducido ya por aquellas fechas, en varios viajes a Cuba, estaba dando resultados ( entiéndase esto como se quiera) y parecía necesario (entiéndase como se quiera) ampliar el negocio (entiéndase como se quiera).

            Entonces en una Comisión se habló de localizar colonias zamoranas por esos mundos de Dios. Tras eso, no recuerdo si lo que sigue lo dijo alguien de los  diputados de la época o fui yo en plan de broma, pero a todos los efectos es lo mismo. ¿Habrá emigrantes de nuestra tierra que estando en Australia tengan morriña, vulgo añoranza, e incluso algún problemilla económico? 

Si así era había que poner a ese continente en la lista, entonces ya encabezada por Argentina donde habían dado señales de vida compatriotas que nos necesitaban.

            Todo esto de los viajes caritativos ( la caridad bien entendida dice el refrán, empieza por uno mismo) desde la Diputación, comenzó si mal no recuerdo, a partir de un diputado de cuyo nombre no quiero acordarme que se fue a Cuba a buscar un manuscrito perdido de León Felipe (como lo oyen). Naturalmente a gastos pagos. Si apareció o no la obra de arte es lo de menos. 

Siendo lo de más que algo apareció. ¡La operación añoranza! O sea unos viajes de políticos (van más que técnicos) que en aras de ayudar a nuestros perdidos compatriotas, se sacrifican con viajes transoceánicos para hacer, no caridad sino bienestar social. Y  a fe, que consiguen el bienestar.

            Ahora acaban de llegar de Argentina. El Presidente Sr, Maillo que dicen que está rodeado de buenos asesores ha sido informado de que existe un refrán que sentencia que “los árboles no dejan ver el bosque”, así que se ha rodeado de periodistas por todas partes menos por una, llamada Omañas, para irse a la Patagonia- más o menos-. El motivo ya se sabe, “nos debemos a todos los zamoranos estén donde estén, y cuanto más lejos mejor, como indica el sentido común. Por tanto, dónde haya una Casa de Zamora en Sebastopol, con alguien que no llegue a fin de mes, o que  llegue pero que no pueda pagarse unas vacaciones en su tierra natal, o  esté aquejado de añoranza, allí deben estar las instituciones locales, y sus dirigentes a la cabeza, para ayudar. No debemos a todos se encuentren donde se encuentren”.

            Decíase que el presidente actual viajó rodeado de periodistas por todas partes  menos por una llamada Omañas. Este señor es el Portavoz del PSOE en la Diputación, que para  no ser acusado de querer hacer el típico viaje de turismo sexual se llevó a la legítima .Lo cual le honra.

            Naturalmente, los periodistas que tenían que hacer de árboles que no dejaran ver el bosque, más dos diputadas del PSOE que querían vigilar y ayudar a un tiempo, y la señora del portavoz liberado del grupo mayoritario de la oposición, se pagaron el avión. Puede que alguien mas. Los técnicos y tres o cuatro diputados del PP fueron cumpliendo con su deber, así que sería una canallada cobrarles un duro, por tanto se llevaron lo imprescindible y a ayudar al prójimo que es gerundio.


            Pero ¿qué bosque es el que no dejaban ver los testigos? Pues lo que muy bien denunció el Sr. Omañas, uno de los mejores diputados, de la vieja escuela, que ha aportado el PSOE a la casa. Resulta que “ningunean” a la oposición, y eso ningún periodista lo denunció, informando como estaban de las ayudas, los discursos y las anécdotas. Pero claro, que ninguneen a alguien que hace el sacrificio de viajar gratis total al vasto continente sudamericano ¡no tiene nombre!. Considerarlo la mano izquierda que no debe saber, en cuestiones de caridad, lo que hace la derecha, no es disculpa. 

Que no se repita, ya que teniendo en cuenta que la gente sigue emigrando de aquí a manta (zamorana), acabaremos teniendo que enviar una expedición a Hawai, donde seguro que hay añoranza también, y sería lamentable que no fueran todos por falta de protocolo. ¡Qué dura es la política!. 

FRANCISCO MOLINA. LA OPINIÓN DE ZAMORA. 2004 

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