miércoles, 11 de noviembre de 2015

¡QUÉ DIPUTADA!

                                          ¡QUÉ     DIPUTADA!

Cuando dos políticos de distintos grupos salen de una reunión y ambos muestran satisfacción, es que cada uno cree que ha engañado al otro. 

Y esto es lo que se leía en las caras del Sr. Maillo- Presidente de la Diputación-y del  Sr. Omañas -Portavoz del Primer Partido de la Oposición , cundo acabado su primer vis a vis de esta legislatura  salieron más contentos que unas pascuas.

            Sin duda la alegría tuvo que provenir de un acuerdo político-económico ( valga la redundancia). Y ese acuerdo no pudo ser el resolver con el mismo programa los problemas de Zamora pues no lo hubieran contado, en vez de decirnos simplemente, como así hicieron, que “el encuentro había sido muy satisfactorio”. Cuestión que tampoco tuvo que ver con asuntos de la erótica del poder, pues uno confesó en un pleno haber invitado a Aida a la inauguración por asuntos personales, y el otro tiene un aspecto de Director General de la Guardia Civil que le salva también de cualquier duda en ese ámbito de lo privado.

            Queda sólo un tema para explicarse ese grado de satisfacción. El reparto de las pesetes. Cuestión que se observó cuando con el voto de los “grandes” se le privó al tercer partido en la institución del poder que  le daba el Propio Reglamento Interno a asistir a todas  las Comisiones con plenos derechos, lo que traducido al castellano son, en cuatro años de legislatura, unos tres millones de pesetas. Casi nada. Pesetas que en forma de euros se están yendo a los bolsillos de los Diputados del Primer Partido de la Oposición.

            Claro que para mantener esta tesis habría que ver qué gana el mayoritario en esto. Pues ahí ,la pieza que mejor  casa es la de que el grupo que da la lata tendría menos medios económicos para contar lo que se cuece, e incluso lo que se guisa, en esa mansión, como por ejemplo lo de la trampa hecha por los políticos, desde tiempo inmemorial, para que los diputados puedan sisarle a Hacienda parte de los impuestos que tendrían que pagar por lo que cobran del pueblo. Escándalo que acaba de saltar a las ondas. ¡Qué diputada!.

            En un papel conjunto, que firman los dos señores ya citados en la escena del sofá  se dice que eso ya se hizo  incluso conmigo, que fui Diputado. Ocurre que yo hago la declaración de la Renta, en vez de por el programa Padre por el programa hijo ( o sea, yo mismo). Así que  cuando vi que en el documento  emitido por la Diputación, me ponían dos cantidades, una con retención, que llamaban “retribuciones dinerarias” y otra sin ella que denominaban “otras percepciones dinerarias exentas de retención”, no supe distinguir que así se las  ponían a Fernando VII para estafar al fisco. 

Y por eso no denuncié, y pagué por todo a Hacienda Sin embargo Laura Rivera se encontró con que alguien   cambió la nomenclatura y en vez de eso de “otras percepciones exentas de retención”, puso ingresos por“dietas”. Y como no había cobrado ni una, pues los pescó “in fraganti”. ¡Qué Diputada!.

            Una trampa así no es cuestión de funcionarios, pues no se iban a jugar en algo que nada ganan. Sin duda alguien de alcurnia y con el beneplácito de los dos grupos mayoritarios, hace años, puso en marcha esta juego de la ruleta. Pero “ha salido rojo, impar y  pasa“. Ha saltado la banca y se acabó el chollo. ¡Qué diputada!

            Pero hay más. Apuesto doble contra sencillo a que los diputados no liberados, se reparten, desde el año 2000, el  dinero que reciben los grupos políticos, es decir 17 millones de pesetas el grande (entre unas nueve personas), y 11 millones el mediano (para 8). Tal vez sea un pelín menos porque , antes del reparto, gasten algo en “funcionamiento del grupo”. Pero la esencia es la misma. 

Lo barrunto porque  que antes los diputados cobraban un millón al año, al margen de lo cobrado por asistencias, y  no creo hayan renunciado a eso. Así pueden recibir mucha más pasta y encima , antes no, toda ella opaca al fisco si se quiere, pues la distribuye el partido de turno. ¡Qué diputada!


             FRANCISCO MOLINA .La Opinión de Zamora. Año 2004

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