lunes, 2 de noviembre de 2015

CONSEJOS DE GUERRA

CONSEJOS DE GUERRA

Nada obliga a escribir de todo, incluso todo obliga a no poder escribir de todo.

Puestas así las cosas (patas arriba) resulta que hay que elegir, y para esto intervienen mil factores.

Hoy el factor determinante para que se hable aquí de la guerra —de los Guerra— no es que el asunto esté de moda, sino que al parecer, según el presidente si cae el vice la gente (mala) habrá matado dos pájaros de un tiro ya que el iría detrás (o delante, eso no se aclara).

Estando así las piezas de la partida, es imposible no jugar pues, ¿acaso hay mayor placer político que espantar (matar es pecado) dos pájaros de un tiro, máxime si los pájaros lo son de postín?

Tuvo Alfonso que defenderse y lo hizo así: por un lado se infló a dar consejos (consejos de Guerra):

i)            Que cuando un país va bien que más da lo que haga un pariente,

ii)          que si acaso es él, el guardián de su hermano,

iii)         y ¡ojo! que quien tenga pecado se abstenga de lanzar la primera piedra.

Además de esto dijo cosas muy increíbles ( increíbles, viene del castellano antiguo y significa que no se pueden creer», o en plan pueblo llano que no se las cree ni él).

Repasemos. Según el acusado (político) (de todos es sabido que él trabaja cinco días en Madrid y dos en Sevilla, por lo que el Gobierno ( o algo así) consideró que era bueno que existiera en la última ciudad una persona que ejerciera de asistente y contara con medios apropiados (para facilitar la conexión-Triana).

Análisis (de sangre): Si se tiene en cuenta que el vicepresidente lo es del Gobierno de España no parece descabellado suponer que los cinco días durante los cuales trabaja en Madrid sean (por la cuenta que nos tiene) los que se conocen como lunes, martes, miércoles, jueves y viernes, que-dando pues para Sevilla los otros dos.

Como quiera que la semana no pasa de siete días y que es de suponer que Alfonso descansase (máxime cuando solo vive del sueldo) se deduce que iba a Sevilla de fin de semana.

Pues bien, para esto, o casi, el Estado, por lo visto, tiene que reservar un despacho oficial.

Mas, ¿quién ocupará el despacho? ¿un funcionario?

No, la misión es delicada y requiere alguien especial.

¿Alguien del PSOE? No, pues si bien es cierto que estos son especiales no lo son tanto.

Era necesario algo más. ¿Qué puede “ser más” que un militan-te psoista?

Un hermano.

Quedó así adjudicado el puesto: despacho pagado por todos, sueldo pagado por el PSOE y el pato a ver quien lo paga.

Dijo también el presunto (políticamente hablando) que no tiene por costumbre inmiscuirse en la vida de los demás, incluida la de su hermano.

De lo que se deduce que así como si se fijó en la competencia de su cosanguíneo para prepararle –el desembarco- en Sevilla, no reparó en que su ojito del Guadalquivir pasó del paro a tener más de un coche y más de una casa.

¿Es creíble que un hermano no cotillee lo bien que le va a otro? A ver si resulta que no vivimos en el país del chismorreo.

Aunque tenemos pecados arrojamos la primera piedra por que en democracia sobran “los consejos de Guerra”.

FRANCISCO MOLINA. Publicado en El Norte de Castilla el 12 de Febrero de 1990

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