En el Otoño de 1988,
tras firmar CSIF una subida para
funcionarios de un 4% (mas una paga propina, no consolidable en el sueldo, de
un 1%) y tras firmar una extraña asociación de jubilados, otra subida de igual
calibre para pensionistas, circuló por determinados círculos el chiste de
marras:
¿Sabes por qué a
esos sindicatos les llaman amarillos? Porque les engañan como a chinos.
Ahora ellos se han
vengado y le han hecho la calle a CC.OO. y UGT en la puerta del
Ministerio de Economía, llamándoles chorizos y regándoles con octavillas.
Resulta que la queja
proviene de que el Gobierno, según CSIF,
no les llama a negociar y encima sus hermanas de nómina, CC.OO.-UGT no mueven
un dedo en su santo favor.
Vamos a explicar por
qué, tal vez, son malos los malos.
-El Gobierno puede
que sea malo porque según cuentan no tiene un pelo de tonto y sabe que la
central independiente negocia con el conocido sistema de la margarita
(consiste éste en que firman o no firman acuerdos, sin seguir otro orden ni
concierto que el si-no-si-no que les marca una margarita.
Sirva de ejemplo
como en mayo-88 firman subidas de 10.000 pesetas para profesores y en
noviembre-88 no firman subidas de 24.000 para los mismos porque dicen que es
poco).
Esta vez y después
del patinazo (artístico) del año pasado está claro que a CSIF le toca no
aceptar nada por bueno que sea y así quitarse la espinita que tiene clavada en
el corazón sindical apareciendo así como duros y curtidos.
Por otro lado CC.OO.
y UGT no se rasgan las vestidurasante la ausencia de tan ilustre
central porque (es una suposición):
- Cuando ellas
convocaron una huelga general, CSIF pasó del problema con su clásico eslogan de somos apolíticos (lo que no se cuenta es que el PP estuvo con anterioridad a
la convocatoria en conexión con el Gobierno-PSOE para ayudarle a parar
el golpe).
Consecuencia, aunque
el paro se hizo célebre, los cuerpos de funcionarios en los que predomina el encanto-CSIF
fueron de los pocos grupos de trabajadores insolidarios, por estar mal
aconsejados.
- Debido a esa
huelga nace el término giro social (anillo de compromiso entre CC.OO.
y UGT). De esa unión y a los nueve meses reglamentarios nace la PSP (Propuesta
Sindical Prioritaria), que es lo que ahora se negocia en bloque (y no solo
asuntos para funcionarios).
- Hubo encima unas
elecciones generales en que el PSOE pierde la mayoría absoluta. Debido a esa pérdida
de votos al Gobierno le entra miedo y llama para hablar a
quienes le asustaron, CC.OO.-UGT; pues está claro que la huelga general sigue
latiendo.
En todo esto, como
se ve, CSIF no pinta nada (porque no quieren) ya que todo el proceso que lleva
a la negociación (huelga general, elecciones generales, ascenso de IU, bajada
del PSOE) es político y como ellos no lo son.
Se han, pues, auto marginado
de los trabajadores, que incluso temen que se sienten a la mesa negociadora y
de repente firmen cualquier cosa estropeándolo todo.
Mas, como estamos en
democracia, que nadie desespere; cuando se hable de funcionarios, CSIF será
llamada, aunque eso si: “les ofrezcan el menú del día o comer a la carta” van a
decir:
"Pues ahora no como,
¡ala!", y esta vez la margarita acertará, que después del célebre 4% que
firmaron, un buen ayuno es imprescindible para aliviarles la indigestión
sindical.
FRANCISCO
MOLINA. Publicado en El Norte de Castilla el 22 de Enero de 1990
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