JUEVES
SANTO POPULAR
Corrección.
Antes
que cualquier otra cosa una rectificación.
Al empezar la década
de los “nueves” desde Lusitania Oriental (esta sección) pedíamos para ustedes
lo mejor de lo mejor, y por eso para los niños se solicitaba salud y juguetes,
y para los mayores, amores...
Y aquí vino el
fallo. Tendrían que ser, lo que se pedía para el prójimo, amores
correspondidos, y mírese por donde un lapsus (¿freudiano?) del autor deseó lo
indeseable: amores compartidos.
Quede pues claro, para vos, en lo que siga de
siglo, amor y correspondido.
Aclarado ese turbio
pasado vamos con el turbio futuro del Jueves Santo en Zamora.
Recordemos que el enfrentamiento
consiste en que la Junta de Castilla y León está por el Día del Padre (San
José) y esta tierra por el Día del Padre y Muy Señor Mío (como no se respete el
Jueves Santo).
La solución debe
pasar por declarar espontáneamente que ese día va a ser fiesta quiera la Junta
o no.
Se dijo y se
insiste; es la única presión que desconcierta al Gobierno Regional, el que una
de sus provincias entre en desobediencia civil por clamor ciudadano y encima
diciendo “¡ese día juerga, procesiones y tradiciones!”
Esta declaración de
festividad espontanea y unilateral la tiene que hacer el conjunto de
autoridades políticas, morales y empresariales/sindicales, para impresionar y
para que la decisión vaya a misa si el Sr. Posada (gobernante de medio tenedor,
a lo que se ve) no cambia de opinión.
De momento la idea
está cuajando por sectores, y así el gobernador civil ha dicho que va a ser
fiesta para los funcionarios de la Administración Central, el alcalde para los
del Ayunta-miento...
Pero eso no basta e
incluso es injusto; hay que jugársela, señores con cargo, encabecen la rebeldía
y en reunión conjunta digan: “Zamora mantiene fiesta en el Jueves que reluce más
que el sol”.
(Ojo, aceptando
también la fiesta de San José si la dan, eso es la clave de la presión).
La Junta Pro-Semana
Santa y la AZE (empresarios) deben dejarse de ir detrás del paso (JUNTA)
descalzos para ver si negocian.
Porque eso es lo que
están haciendo «rezar», ya que amenazar con no sacar las procesiones y cerrar
la hostelería es ofrecer un sacrificio para evitar otro mayor.
«El día tiene que
ser del pueblo», ha de declarar la Directiva de la Semana Santa y apuntarse a
la fiesta popular espontanea.
Y la AZE (Asociación
Zamorana de Empresarios) que se aclare. Vamos a ver, por qué al Gobierno Autonómico
le ha dado por cambiar la fiesta? ¿Ha sido un ataque inesperado de baile San
Vito?
No, lo más fácil,
dado el mundo en que estamos, es que se le haya sugerido el cambio por
cuestiones económicas.
Declarando fiesta
San José se subraya su carácter de Día del Padre, lo que, beneficia al mundo
del comercio por lo de los regalos.
En Semana Santa
todavía no se han inventado algo que obligue de nuevo a comprar (claro que se
podría poner de moda el regalar cilicios), y por eso pierde.
La idea barajada por
Zamora de partir una fiesta local para que el jueves de marras fuera fiesta por
la tarde y abriera por las mañanas es una tentación (¿o lo que quieren?) para
los comerciantes de la ciudad, ya que esta está atiborrada de gente.
Por esto tal vez es
por lo que todavía no se ha dicho desde la AZE ¡Una fiesta por encima de todo y
basta!,
y mientras la Junta
Pro-Semana Santa cargando una Cruz lastrada.
Que no hombre, que no, aquí todos a hacer de
cirineos y salirse con la suya, que es la nuestra.
FRANCISCO
MOLINA. Publicado en El Norte de Catilla el 15 de Enero de 1990
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