LA
SEMANA DE LOS HUEVOS DE ORO
-Pues yo te digo
Gobierna que si Dios, que es sumamente inteligente, decidió que quien habría de
redimirnos fuera un hijo varón y no una mujer por algo seria.
—Y yo que sé, los caminos del Señor son
inescrutables. Supongo que en aquella época las mujeres tenían una vida social mas
pasiva y claro, para conseguir que te siguieran los doce apóstoles, que a lo
mejor hubieran debido de ser "apóstolas" y lo del lavatorio de pies,
etc. parecía mas adecuado un hombre.
—Agradezco el tono de tu respuesta buscando
una explicación lógica y no acusándome de machista por insinuar, o parecer que
lo hacía, que si Dios escogió un hijo macho era por algo sublime o porque no le
servía una hija.
—A este paso vamos a
acabar hablando de la incorporación de las mujeres a las cofradías en la Semana
Santa de Zamora, de las monjas al confesionario y de las presbíteras al papado.
—No, de eso no vamos
a hablar que es un asunto superado. Es lógico que las mujeres puedan hacer lo
mismo que los hombres aunque sean bobadas como ir a la guerra. La mayor prueba
de igualdad es precisamente el poder hacer lo que hace "el Poderoso"
aunque sea un despropósito.
-¿Quieres decir que
la mejor prueba de igualdad seria, pongamos por caso, que en la época de Nerón
cualquier ciudadano pudiera haber dado la orden de quemar Roma?
—Buen ejemplo, vive
Dios, buen ejemplo. Así es, la desigualdad entre el emperador y el pueblo
estaba en que el uno podía hacer insensateces y los otros no, por tanto la
prueba de que no existiría ya esa diferencia podría ser el que todos pudieran
presidir un desfile, o subirse el sueldo en época de crisis, o hacer que el
puesto de trabajo sea hereditario o incluso que todos pudiéramos decir si se
merienda o no en Valorio.
—Muy Bien Peromato, pero me dijiste que no era
de esto de lo que me querías hablar.
—Tienes razón; perdona. Yo lo que te quería
contar es lo de los hoteles de Zamora.
—¿Qué pasa, que no
dejan entrar mujeres?
—No mujer, no; que
si dejan, incluso de mala vida. Lo que me han contado y te cuento es cómo
exprimen la Semana de los Huevos de Oro.
—Quieres decir que
se pueden cargar "la gallina de los huevos de oro" que para la hostelería
son esos días tan señalados.
—Juzga tú. Imagina que llamas para pasar una o
dos noches en Semana Santa. Pues Bien te dicen que 4 o nada, y el único que no
hace eso te cobra 220 euros por noche.
—Y los de 4 noches o
nada, ¿cuánto te cobran?
—Cada noche como
temporada alta, alta, alta, vamos que se inventan la clase de temporada.
—Será por ser la
semana del Altísimo.
—Sí, sí, tómatelo a broma, pero a mí me
parece, y más con la crisis, que no está dejando títere con cabeza, que puede
acabar corriéndose la voz (recuerda que existe Internet) y al final aquí no
venga ni el primo del Barandales.
—No creo, supongo que es la ley de la oferta y
la demanda. Si hay mucha demanda pues el vendedor puede poner el precio que le
de la gana y mientras el cuerpo aguante....
—Mujer, el cuerpo debe estar aguantando todavía
pues he oido que siguen a tope. pero ¿tú te irías a una ciudad chiquita, pagarías
cerca de 600 euros por pareja por dos días por una habitación, para luego no
dormir casi porque hay que ver los capirotes y alimentarte de garrapiñadas
porque no te queda un duro o no hay restaurante vacío?
—Pero es que nuestra
Semana Santa es única.
—Si porque van con túnica, no te digo.
FRANCISCO
MOLINA. Publicado en La Opinión de Zamora sobre el año 2008
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