viernes, 9 de octubre de 2015

EL MODELO MODÉLICO

EL MODELO MODÉLICO

Tenemos los humanos una probada capacidad para ser humildes, es decir, para afirmar y defender que «no nos adornan especiales cualidades y dotes», así uno a uno, al margen de lo que se piensa, manifiesta que «no es tan inteligente», «no es tan alto», «no es tan guapo», «no es tan amante».

Pero... (¡ah! qué deliciosos son los peros y cuánto aclaran).

Bueno pues que venga «el pero».

Humildes en primera persona, al final «se nos ve el plumero» cuando nos sentimos arropados y así, es fácil que se considere a la familia propia como la mejor, el pueblo de uno como el mejor, la patria no digamos, el continente la repanocha y el planeta Tierra Dios.

Todo es una forma disfrazada de decir en voz alta SOY INSUPERABLE, ya que el elemento común a la familia, pueblo, patria, continente, occidente y planeta ¿quién es?

Uno mismo.

En esta línea de considerarse la repera, se está exportando por ahí la idea de que «la transición democrática española» fue modélica y que incluso «nos la piden prestada”.

Ahora el rollo nos lo sueltan diciendo que los países del Este solicitan consejo a nuestros sublimes gobernantes.

Pues bien, sabiendo que «El Norte de Castilla» es leído en todas las Embajadas que del resto del mundo hay en España, vayan aquí de una vez por todas las piezas claves de «cómo se hizo la sublime transición democrática» para que la copien.

1. Para pasar de la dictadura a la democracia hay que esperar que muera el dictador. Exígese entonces mucha paciencia.

2. Donde haya un partido único se ha de colocar a todos sus militantes como funcionarios, en un ministerio que se llamara de Cultura. Eso se hace para consolidar la democracia, como se contó aquí.

3. Debe crearse un partido hijo del régimen anterior y ha de favorecerse a otro que «se vaya a comer el mundo», de forma que prometa por ejemplo salirse del Pacto de Varsovia. Cuando este grupo gane, ha de decir que como el Pacto citado no hay nada para defender la civilización

4.-Es necesario, para parecerse lo más posible al modelo modélico, que en distintas manifestaciones haya algún muerto. También son buenas las bandas de incontrolados que maten una o dos personas, pero sin abusar.

5. Si queda algún partido sin legalizar habría que cometer un asesinato múltiple de parte de sus miembros. Con unos cinco como en el crimen de Atocha, basta.

6. Meter el miedo en el cuerpo al pueblo nunca viene mal, así que un susto-golpe-de-estado al estilo 23-F arregla mucho.

7. Tampoco parece sobrar una panda de asesinos sedientos de sangre que año tras año cometan sus salvajadas con la disculpa de un nacionalismo histérico.

8. Por supuesto que hacer al dedillo lo que piden los poderes fácticos es «mano de santo».

Y es que, no hay que extrañarse de que nos vean modélicos, porque además, como dice la canción «si somos los mejores, bueno ¿y qué?”


FRANCISCO MOLINA MARTÍNEZ. Publicado en El Norte de Castilla el 27 de Noviembre de 1989

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