LA
RISA DE LA SERIEDAD
Lo más impresionante
de los animales (dinosaurios, perros, elefantes, peces, pájaros, cerdos, etcétera)
es su seriedad, tan seria ella que resulta una seriedad metafísica.
Y lo que confirma
que el hombre desciende del mono (por lo menos) y de la ameba (por lo más), es
nuestra indestructible capacidad para ser serios.
Algunos cultivan el
valor ( ¡qué valor!) de la seriedad con tanto entusiasmo, o al menos con tan
buenos resultados que ya es para mosquearse.
Posiblemente lo que
le recuerda a la persona su animalidad no sea eso que llaman “bajas pasiones· (dícense bajas porque antaño se realizaban a
ras de suelo). Lo que a las mujeres y hombres les recuerda su pasado animal y
su esencia animal es la seriedad.
¡Qué gozada ser
serio!
Ahora se acaban de
celebrar elecciones al Parlamento Europeo.
La candidatura sorpresa ha sido la de Ruiz
Mateos, que ha roto la barrera del zumbido (para eso es una abeja) y zambomba,
ahí está.
Pues bien, ante esta
avalancha de “votos-pedorreta” (contra los políticos en general), los
comentarios de la gente sensata “sudan seriedad” poro por poro.
Ante el espectáculo
de los políticos conocidos (los que gobiernan, aquí o allá) la ciudadanía, o
defraudada porque ya le han estafado el voto antes o por lo que oye hablar
sobre el mercado persa en el cual los partidos compran diputados y diputados venden lo que tienen, ha llegado a la conclusión
de que “todos los políticos son iguales”
y... parte se ha quedado en casa, mientras
otros han decidido usar el voto-pedorreta (votando así se hacia una pedorreta
general al resto) contra la clase política.
Indudablemente no
todos los políticos son iguales (¡que más quisieran algunos!), pero... a veces
lo parecen.
Veamos si no las
reacciones ante el éxito de la candidatura-pedorreta-de-Rumasa.
Frases como “avergüenza
esta actitud de los votantes, “así está España”, “no tenemos arreglo”, “esto es
un forúnculo”, “esperpéntico”, “de sainete”, “son votos de extrema derecha”
(como si no se presentara el Frente Nacional), etcétera, etcétera.
En resumen, no era
tolerable para la reposada mente del personal que hubiera recibido tantos votos
un “payaso” (amateur, claro, que los profesionales sólo actúan en sesiones
fijas).
Es decir, el esquema
de seriedad cultural quedaba roto y eso indignaba.
Sin embargo, que
vuelva a salir elegido el brazo-bestia-no-armado de la organización-bestia-si-armada-ETA
ya se contempla como algo natural, porque al fin y al cabo los simpatizantes o
monaguillos o ideólogos de unos asesinos tienen una virtud (una ventaja) para
el sistema, son serios, o sea legitiman el rollo del valor supremo de nuestra
cultura competitiva, la seriedad.
De risa, con pipi incluido.
FRANCISCO
MOLINA MARTÍNEZ * Profesor y escritor.
Publicado
en El Norte de Castilla el 21 de Julio de 1989
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