PREAVISOS
A GO-GO
En esta provincia
CC.OO lleva presentados más de 300 preavisos, y suma y sigue.
Se trata de las
elecciones sindicales.
Los preavisos, como
su simpático sonido anuncia, significan que a la empresa X se le indica que el
día tal de tantos, se va a celebrar en ella la elección de delegados (de
representantes de los trabajadores).
La Ley de Elecciones
Sindicales, que la hizo el Gobierno y ya se utilizó en 1986, cuando los
anteriores comicios, pone un tope mínimo de días para realizar un anuncio
(preaviso) de «prepárate que tal día son tus elecciones».
Ello es lógico,
porque si no una central podría llegar a las diez de la mañana y convocar y
celebrar la votación a la hora del bocadillo.
Sin embargo, esa
misma normativa, no impide «preavisar» con todo el tiempo del mundo, y eso es
lo que ha hecho CC.00. en Zamora, que ha avisado con mucho tiempo por delante
de «dónde y en qué día habrá pugna sindical».
La Ley es bastante
pocha, y ya en aquel año de su estreno, varios sindicatos (entre ellos los
«preavisadores» de éste) la denunciaron por excesivamente ambigua.
Pero a UGT le encantaba
y como entonces aún era la señora del PSOE, el método fue a misa y la central
consorte ganó las elecciones merced a los buenos resultados en la pequeña
empresa.
En aquella ocasión
nadie preavisó con tanto tiempo, sino que se aplicó, por parte de los luego
vencedores, la técnica del «hombre del maletín», que resumida venía a ser casi
un «aquí te pillo aquí te mato».
Hay que tener en
cuenta que empresas con menos de 50 trabajadores hay muchísimas y entonces si
un sindicato llega a un lugar donde tiene a alguien a quien presentar, y
convoca con el plazo mínimo posible, es fácil que los otro sindicatos no den a
vasto al tener que “tirar a blanco móvil”
mientras el que marcó el día lo hace a «blanco fijo».
Con el «preaviso»,
por aquí ya hay centenares de centros de trabajo donde se sabe cuándo se celebrarán
las elecciones y por tanto, todos los demás grupos pueden, con tiempo, preparar
su competición.
Al margen o en
paralelo con las elecciones, existe lo que se llama «el período de cómputo», es
decir, el conjunto de días que van a valer para contabilizar delegados electos,
siendo el mayor número de éstos (salidos sólo en esos días) el que dé la
central sindical ganadora del país.
Ese período fetén
(los delegados que salgan elegidos en otras fechas no cuentan para la
clasificación final) lo fija el Gobierno (o algo así) y comentó que lo
definiría como los tres últimos meses del año-90.
CC.00. puso las
elecciones desde el 1 de Octubre hasta el 15 de Diciembre.
¿Pero si todo es tan
normal, por qué ese rasgarse las vestiduras de algún otro sindicato?
Pues porque, primero, aunque ellos podían hacer lo mismo no
lo han hecho y han perdido por ello imagen de potentes.
Porque CC.00. al
confeccionar el calendario es de suponer que lo adaptó a sus propias fuerzas y
podrá cumplirlo mejor (aunque no del todo).
Porque así nadie
podrá sacar elecciones fuera del periodo de cómputo, y por último, y eso es lo
que mosquea a UGT, porque si CC.00. hubiera puesto en los primeros días,
convocatorias en empresas donde puede ganar, se podría desatar un
«efecto-arrollan», en el sentido de que cunda la noticia de que están arrasando
y les voten aún más.
Emocionante.
¿Qué dirán los Tribunales?
¿Dejará de ser un refrán aquél de «el que preavisa no es traidor>?
Francisco
Molina Martínez. Publicado en El Norte de Castilla el 20 de Agosto de 1990
Mientras nos tienen entretenidos en la pugna sindical por delegados, que se traducen en horas y demás....ese tiempo no estamos denunciando abusos de unos u otros contra los más desprotegidos, otra ley más para ralentizar la parte del sistema que interesa que funcione lenta o casi ni funcione
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