TAMBORES
DE GUERRA
El tam-tam de la
inquietud y la indignación se está oyendo cada vez con más fuerza en las casas,
bares, tajos y oficinas de Zamora sobre el asunto del que fue cuartel de
Infantería en esta villa.
En la página de la
provincia que aparece en «El Norte» ya han tenido ustedes cumplida información
de cómo han ocurrido los hechos más relevantes.
Pero conviene contar
también el «cómo está el patio».
Cinco personas
acudieron a Madrid a vérselas con un general (que hablaba no como militar) para
«pedir el ex-cuartel».
El resultado fue tan
nulo que se podría calificar de bochornoso, pues no es que no consiguieran nada
nuevo sino que se vinieron aceptando las tesis del Ministerio de Defensa
expuestas hace un año y que en resumen se traducen en un «dadme dinero o algo
que pueda convertir en dinero».
Se conforman con 860
millones de pesetas contantes y sonantes (generosos ellos, aceptarían el pago a
plazos), o diez mil metros cuadrados (el trozo suyo del cuartel) pero
reclasificados (para poder vender a constructores) o, más facilidades no pueden
dar, que se les permuten por un edificio (Escuela del Profesorado de EGB)
bastante céntrico.
Jinetes
Ante esto, los
«Cinco Jinetes del Apocalichi» (como socarronamente les bautizará el pueblo en
recuerdo de los también nefastos «Cinco Jinetes del Apocalipsis» han regresado
con un «lo tenemos que pensar; consultaremos a nuestros técnicos».
Como las gentes ya
saben que de los 55.000 metros cuadrados que ocupa «El Viriato», cuarenta y
cinco mil son de la ciudad. según consta en el Registro de la Propiedad, no se
acaban de explicar por qué eso no se les devuelve ya, de una vez; máxime cuando
urge, de entrada, para colocar un instituto trashumante (esa es otra historia)
y varios estudios universitarios después.
¿Es, el no devolver
esta parte, una forma de acogotar para exprimir bien a los ciudadanos con la
otra? (Al final si se paga lo harán todas y cada una de las familias de por
aquí).
Por todo esto los
tam-tam de guerra suenan, y ésta es tierra en que se sabe hacer redoblar los
tambores, así que permanezcan atentos a su pantalla.
Encima el pueblo se siente
huérfano. Zamora está gobernada por el PP (en Ayuntamiento y Diputación) y por
PSOE (en Gobierno Civil).
El primer grupo está
dispuesto a pagar (por esos mundos del señor andan alcalde y presidente de la
Diputación mendigando un aval).
Mientras, el PSOE de
Zamora celebra reuniones y ruedas de prensa estos días, y para ellos es como si
el cuartel no existiera; aún más parece que tratan de distraer al personal
(haciéndole el juego al Gobierno Central) diciendo que dudan en tomar o no la
alcaldía, cuando aquí el más simple ya sabía lo que han resuelto, no quieren el
sillón del alcalde, que arde, pasto de las llamas que ellos provocaron con la
super deuda.
Y por último, los
jefes de Defensa, dejando por los suelos el honor militar, se descuelgan pidiendo,
a un pueblo que hace casi setenta años les cedió prácticamente la totalidad del
cuartel, unos cuantos millones, ¿para qué?
¿Para un tanque? ¿Para dos tanques?
¿Tal vez para tres? o ¿para tomar el pelo?
Porque encima, un
señor de ese departamento ha dicho que 860 millones no son muchos por 10.000
metros cuadrados a «precio de mercado», cuando estando como están clasificados
de uso público esos terrenos, en precio de oferta y demanda, no valen un
chavo... salvo que se haga la clásica reclasificación urbanística que tanto
huele a especulación.
FRANCISCO
MOLINA. Publicado en El Norte de Castilla el 21 de Mayo de 1990. (A los diez días,
se asaltó el cuartel por parte de la ciudadanía)
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