OXIGENO
PARA EL BIRREPARTIDISMO
En el libro “El
Alegre Comunismo” se define el birrepartidismo como la existencia, en cada
democracia, de dos grandes formaciones políticas que aunque usan lenguajes y
formas distintas ofrecen un solo programa económico verdadero.
Se presentan así,
ante los pueblos, dos grandes fuerzas, que aparentemente son, una la
alternativa de la otra; pero sólo aparentemente, pues como en el fondo
defienden la misma política y estructura económica son simplemente dos partidos
de alterne (se alternan en el poder).
Esto no es el
bipartidismo (del que tanto se habla) pues éste, por lógica sería la lucha
entre dos fuerzas distintas y diferentes, que ofrecen a los ciudadanos dos
alternativas radicalmente diferenciadas en lo esencial para la gente, el
proyecto económico.
En nuestra España no
existe el bi-partidismo, lo que hay es puro birrepartidismo. Dos grandes grupos
se reparten el poder político, el de influencias
y puede que algo más (o sea el pastel), mientras ante el personal tratan de
aparecer como incompatibles, irreconciliables e incluso opuestos.
De ese reparto entre
dos viene el nombre, birrepartidismo.
De eso y de que, por
detrás, en la trastienda, están de acuerdo en que el tratamiento económico que
hay que aplicarle al pueblo es el de la pseudo-economía-libre-de-merca-do.
Pero hubo una
huelgaza general y tembló la carpa del circo donde se representa el show.
Tanto es así, que el
jefe de los conservadores dijo que si la situación del país lo exigiera sería
posible un pacto PSOE-PP.
Era lógico, pues el 14-D
los representantes del pueblo se encontraron con que habían perdido de vista a
sus representados, y así, con un país paralizado, todos los diputados fueron a
trabajar ¡menos los de Izquierda Unida y EE!
Y ahí está el
peligro. Si de la misma forma que el pueblo e IU comulgaban en la huelga
general convocada por CC.OO y UGT, se repetía esa primera comunión en otra
situación que coincidiera con unas elecciones... se acabó el negocio del
birrepartidismo.
Más claro, una unión
entre Partido Popular y PSOE podía defender bien que todo se conserve como
hasta ahora, pero... dejaría el juego del birrepartidismo a la intemperie, al
verse el plumero liberal del Gobierno «psocialista».
¡Había que
discurrir!, y surgió la unión PP-CDS que al grito de «a por el PSOE», consigue,
por un lado, más parte del pastel para los contrayentes (lo de las mociones de
censura), y por otro consigue también revitalizar el birrepartidismo, ya que
así, de nuevo puede el PSOE gritar el «¡a mí la legión!>> que la derecha
nos quiere quitar el poder, a nosotros ¡que somos de izquierdas!».
Este es el panorama,
y mientras, el pueblo afilando sus papeletas para las europeas, donde se tendrá
que optar entre cinco grupos básicamente.
Por la derecha, el descentrado (PP), la centrada (CDS) y la civilizada (PSOE), y por la izquierda,
la unida (IU) y la suelta.
Al tiempo, en el
entreacto y para que no se aburra la concurrencia se escenifica «la vida,
pasión y jeta de los tránsfugas», sin hablarse para nada de los supertránsfugas,
que son esos partidos políticos que presentan un programa y aplican otro, es
decir, que le piden al pueblo el voto y lo transforman en votín (no hay falta
de ortografía, aunque pudiera haberla ¡que caray!).
FRANCISCO
MOLINA. Profesor y escritor. Publicado en El Norte de Castilla el 24 de Mayo de
1989
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