martes, 6 de octubre de 2015

LAS “ÚRSULAS”

LAS “ÚRSULAS”

Antes, en todos los  estudios había unas asignaturas más conocidas por «las marías» que por su nombre de pila académico.

Solían ser  esas asignaturas que se aprobaban «por la cara» y que uno, afortunadamente, podía presentar en casa como éxito numérico en el fatal balance entre aprobados y suspensos.

Posiblemente el nombre les venía de las célebres tres Marías, aquellas mujeres que siguieron a Jesús El Galileo en todo su calvario, y demostraron, no sólo su bondad, sino que más bien eran unas buenazas.

Las «marías» en bachillerato solían corresponder con las oficialmente llamadas:  educación física, música, religión, hogar y las innumerables EATPS.

Coincidía que el profesorado de estas asignaturas (los de las citadas en primer lugar) era diferente al restante, mas no sólo en cuanto a características y condiciones técnicas, también lo era en cuanto a la consideración que el Ministerio les daba, consideración que no era otra que la de «maríos» (de María no de Mario)

Es decir, eran como profesores de relleno lo mismo que las asignaturas que daban.

Hoy, la gimnasia, la música y el hogar son consideradas como facetas útiles en la educación de niñas y niños, de adolescentes y adolescentes, de ciudadanas y ciudadanos.

Todo eso, más alguna otra cuestión reivindicativo/sindical, hizo que la situación del profesorado encargado de estas materias fuera resuelta de manera más justa y lógica “dignificándolos”.

Hasta aquí todo bonito, pero... lo insospechado, los expertos en estas materias (no todos, por supuesto) de repente se han encontrado “extraños” en su nuevo y mejor fuero (situación laboral) y como si no se creyeran lo ocurrido, o lo que es peor, como si no creyeran en las materias que imparten han reaccionado así:

“Puesto que ya no me tratan como profesor de asignatura-maría debo hacer que mi clase sea una cátedra de postín”.

En consecuencia, como “si ni ellos se creyeran la situación” han tomado una postura de compensación psíquica que no tendría mayor importancia si no se estuviera volviendo contra el alumnado.

Porque claro, ¿cómo se suele dar “pote” a una asignatura?

Exigiendo y suspendiendo..., y así se da el caso de que en gimnasia, no sólo se educa fisicamente a los matriculados, también se les exige “teoría” (¿medidas de un campo de fútbol); en música, no sólo se les familiariza y pone en contacto con los diversos estilos, también hay teoría, y así resulta que saberse la vida de Chopin educa el oído.

En hogar (por cierto, ¿por qué no se hace obligatoria para chicas y chicos?) hay, pues, que suponer que no sólo se enseña a hacer un huevo frito, sino que se metafisiqueará sobre quién fue antes si el huevo o la gallina.

Moraleja: Ya no hay asignaturas «marías»; las que antes lo eran son ahora tan antipáticas como cualquier otra, son las «úrsulas».

FRANCISCO MOLINA MARTÍNEZ (Profesor y escritor).

Publicado en El Norte de Castilla el 27 de Junio del 1989

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