viernes, 11 de diciembre de 2015

ALUMNOS CRÍTICOS

ALUMNOS CRÍTICOS

Parece ser que la Logse (una ley que se refiere a la educación) tiene entre sus objetivos (entre los objetivos de la enseñanza) el producir alumnos críticos.

Está estudiado que las tribus agrícolas enseñaban a su hijos fundamentalmente la agricultura, las tribus guerreras los adiestraban para el combate, las marineras para la pesca, etc.

Es pues lógico que dentro de este orden de cosas (cada pueblo educa a sus pipiolos para que se reproduzca el modelo), siguiendo esta tendencia, debe de ocurrir que una sociedad hipócrita conciba la educación como reproducción de la hipocresía y en este sentido la Logse cumple.

Porque._ no hay mejor forma de empezar la lección de hipocresía que decir, en la misma entraña de la Ley de Educación, que se pretende con ella ¡crear alumnos críticos!... y es que eso, no se lo cree nadie.

Porque nadie quiere alumnos críticos, ni ciudadanos críticos, ni hijos críticos, ni cónyuges críticos, ni críticos críticos.

En teoría (o sea en casa, calentitos, con un vaso de whisky en la mano) se dicen muchas   bobadas, sobre todo si se es de izquierdas (los de derechas hablan de negocios, yates, balsa, terrenos, moda...) pero las izquierdas, al no tener temas de conversación tan concretos, divagan.

Y entre esas simplezas de conversación surge lo de pretender que gustan los ciudadanos críticos, pero...

¿Quiere un profesor/a un alumno crítico que le critique con bostezos? ¿O que le critique hablando con el de al lado porque no entiende la explicación y perdió el hilo, que le critique esto, lo otro o lo de más allá?

Ni hablar, hombre, ni hablar (Bienaventurados los mansos que ellos poseerán la tierra y santas pascuas).

¿Quieren los padres unos hijos críticos que les pongan verdes por discutir o por estar todo el día “dale que te pego”  con los besos, o por ser vagos o por no dejar de trabajar, etc. etc. etc.?

Ni hablar del peluquín: hijos... obedientes, educados y prudentes.

 Para qué hablar del tener “empleados críticos” o jefes del mismo talante... ¡¡la muerte por infarto del que los sufra!!.

¿Y ciudadanos críticos?

A enterrarlos en el mar, que caray... y como prueba ahí viene la ley de huelga, y la ley contra la libertad de expresión (aun sin nombre, tal vez porque eso no tiene nombre), la cárcel para los insumisos, etc.

¿Alumnos críticos? Ni verlos, y si no, ya se verá... qué tal le sienta a la Dirección Provincial de Educación (morada del obispo de la Logse en Zamora) si los/las estudiantes no le van a clase el Lunes, Martes y Miércoles Santo, simplemente en protesta y critica porque en el Consejo Asesor del MEC no están los alumnos, o sea porque no se les tiene en cuenta.

Ah ¡Y ya surgió lo de las fiestas, antes, en o después de Semana Santa, un consejo: hagan caso ustedes de lo que digan los profesores que en esto de vacaciones son los que más saben.


FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. Imperecedero

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