EL
PICO DEL FRAILE
Lo que sigue es para
hablar del Desarrollo de la comarca de Sanabria y de una apuesta económica en
favor de la provincia.
Dejen pues de leer
quienes, por el título, pensaran que lo que sigue es algo relativo a la colección
erótica de "La Sonrisa Vertical".
Un funicular es un
pequeño tranvía inclinado diseñado para que ascienda y descienda por la ladera
de una montana.
En el Lago de
Sanabria, encima de Ribadelago Viejo, hay un alto conocido como el Pico del
Fraile. Junto a ese pico todos habrán visto unos edificios blancos.
Dichos casetos son
instalaciones relacionadas con un funicular que la empresa hidroeléctrica que
construyó las presas de aquella zona, puso en marcha para subir material a la
meseta alta de Sanabria próxima al Lago.
Ante estas circunstancias:
el hecho de que la montaña ya esté raspada para colocar los raíles, el hecho de
que arriba hay pequeños edificios y el hecho de que allí ya estuvo un
funicular, hicieron que la empresa que realizó el estudio para el Desarrollo de
la Comarca de Sanabria, sugiera como acción necesaria para impulsar la zona, la
instalación de un pequeño funicular con una discreta zona de descanso en la
cumbre.
En Izquierda Unida,
el conjunto del estudio citado nos ha parecido oportuno. Hemos discrepado de la
Presidencia de la Diputación, en que esta apuesta por poner en marcha una fase
del estudio de 5.000 millones de pesetas, mientras a IU le parece más oportuno
aplicar solo (luego Dios dirá) la de 3.000 millones.
Las razones son obvias,
como dice el saber popular: «A veces lo mejor es enemigo de lo bueno», y no
vaya a ser que por querer algo de mas millones y mejor, nos quedemos sin algo más
discreto pero realizable.
Aunque no es esa
sola la esencia del problema. La dificultad del desarrollo económico de Zamora
está en la forma de actuar de los políticos con responsabilidad de mando hasta
ahora (PP-PSOE), y que recuerda la anécdota de la mili en que alguien grita,
tras el toque de silencio, “Fulano, ¿te dejarías por 100 millones?”.
A lo que responde éste:
“Hombre, por cien, claro”. Y recontesta la primera voz: “Muy bien, ya tenemos
al marica. Ahora sólo falta el dinero”.
Pues bien, así hacen
aquí política los que mandan.
Pregunta. ¿Se puede
salvar Zamora?. Y les responden las empresas especializadas con un estudio (el
de turno) que dice:
“Si, por equis millones”.
A lo que contrareplica el presidente de turno: “Ya tenemos el estudio, ahora
solo falta el dinero”.
Y así nos va. Por
ejemplo: sabemos que la provincia se arregla con varios millares de millones
según le dijo un estudio del Grupo TAU a la Diputación.
Sabemos que el río
(a su paso por Zamora) se arregla con 1.500 millones, según otro estudio
encargado por el Ayuntamiento-PSOE.
Y ahora nos cuentan
que con 5.000 millones (versión PP de la Diputación) se arregla Sanabria.
Muy bien. Ya tenemos
la salvación, ¡Solo falta el dinero!
Pero así no se puede
programar la vida, esperando a que te toque la lotería.
Las instituciones deben
trabajar al margen de los estudios. Y en este caso la Diputación tiene la
obligación de ir actuando en esas cosas que dice el trabajo citado y que del
estudio se deduce que son necesarias ya.
Así por ejemplo, hay
que señalizar. La señalización es tan pésima que en la carretera nacional
Madrid-Vigo la desviación al Lago apenas es perceptible.
También hay que
evitar el deterioro urbanístico, máxime cuando esto es obligación de la
Diputación aunque no existiera ningún estudio que lo recomendara.
Pero sobre todas las
cosas, la Diputación (y así lo ha propuesto IU allí) debería de ver la
viabilidad (técnica y de coste) del funicular.
Y si esta es factible,
iniciar cuanto antes su puesta en marcha.
Al oeste de España
no hay funiculares y la vista del Lago desde arriba sería tan espectacular y
radiante que se convertiría en lugar de "peregrinación".
Las dudas de carácter
ecológico se resuelven en este sentido: estéticamente el funicular ya existe en
su aspecto duro (raíles, canalización de estos y casetas arriba).
Se trataría de
instalar un vagón de poca cabida (discreto) y convertir en refugio-cantina la
edificación de arriba.
Y respecto a la
afluencia de gente, que lógicamente se produciría (ahí está lo bueno); sería cuestión de crear nuevos
focos de interés en la zona.
Por ejemplo, el
propio funicular puede dispersar haciendo que la gente se vaya hacia las
mesetas que hay tras el Pico del Fraile.
También ocurrirá que
otras personas tras contemplar la vista desde allí sigan viaje o desde allí
pueden descubrir nuevos sitios donde acercarse.
El funicular es el
golpe de efecto más rentable en favor de la economía de la zona.
FRANCISCO
MOLINA (*) (*) Diputado provincial de IU. La Opinión de Zamora. 19 de
Septiembre de 1996
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