martes, 22 de diciembre de 2015

EL PICO DEL FRAILE

EL PICO DEL FRAILE

Lo que sigue es para hablar del Desarrollo de la comarca de Sanabria y de una apuesta económica en favor de la provincia.

Dejen pues de leer quienes, por el título, pensaran que lo que sigue es algo relativo a la colección erótica de "La Sonrisa Vertical".

Un funicular es un pequeño tranvía inclinado diseñado para que ascienda y descienda por la ladera de una montana.

En el Lago de Sanabria, encima de Ribadelago Viejo, hay un alto conocido como el Pico del Fraile. Junto a ese pico todos habrán visto unos edificios blancos.

Dichos casetos son instalaciones relacionadas con un funicular que la empresa hidroeléctrica que construyó las presas de aquella zona, puso en marcha para subir material a la meseta alta de Sanabria próxima al Lago.

Ante estas circunstancias: el hecho de que la montaña ya esté raspada para colocar los raíles, el hecho de que arriba hay pequeños edificios y el hecho de que allí ya estuvo un funicular, hicieron que la empresa que realizó el estudio para el Desarrollo de la Comarca de Sanabria, sugiera como acción necesaria para impulsar la zona, la instalación de un pequeño funicular con una discreta zona de descanso en la cumbre.

En Izquierda Unida, el conjunto del estudio citado nos ha parecido oportuno. Hemos discrepado de la Presidencia de la Diputación, en que esta apuesta por poner en marcha una fase del estudio de 5.000 millones de pesetas, mientras a IU le parece más oportuno aplicar solo (luego Dios dirá) la de 3.000 millones.

Las razones son obvias, como dice el saber popular: «A veces lo mejor es enemigo de lo bueno», y no vaya a ser que por querer algo de mas millones y mejor, nos quedemos sin algo más discreto pero realizable.

Aunque no es esa sola la esencia del problema. La dificultad del desarrollo económico de Zamora está en la forma de actuar de los políticos con responsabilidad de mando hasta ahora (PP-PSOE), y que recuerda la anécdota de la mili en que alguien grita, tras el toque de silencio, “Fulano, ¿te dejarías por 100 millones?”.

A lo que responde éste: “Hombre, por cien, claro”. Y recontesta la primera voz: “Muy bien, ya tenemos al marica. Ahora sólo falta el dinero”.

Pues bien, así hacen aquí política los que mandan.

Pregunta. ¿Se puede salvar Zamora?. Y les responden las empresas especializadas con un estudio (el de turno) que dice:

“Si, por equis millones”. A lo que contrareplica el presidente de turno: “Ya tenemos el estudio, ahora solo falta el dinero”.

Y así nos va. Por ejemplo: sabemos que la provincia se arregla con varios millares de millones según le dijo un estudio del Grupo TAU a la Diputación.

Sabemos que el río (a su paso por Zamora) se arregla con 1.500 millones, según otro estudio encargado por el Ayuntamiento-PSOE.

Y ahora nos cuentan que con 5.000 millones (versión PP de la Diputación) se arregla Sanabria.

Muy bien. Ya tenemos la salvación, ¡Solo falta el dinero!

Pero así no se puede programar la vida, esperando a que te toque la lotería. 
Las instituciones deben trabajar al margen de los estudios. Y en este caso la Diputación tiene la obligación de ir actuando en esas cosas que dice el trabajo citado y que del estudio se deduce que son necesarias ya.

Así por ejemplo, hay que señalizar. La señalización es tan pésima que en la carretera nacional Madrid-Vigo la desviación al Lago apenas es perceptible.

También hay que evitar el deterioro urbanístico, máxime cuando esto es obligación de la Diputación aunque no existiera ningún estudio que lo recomendara.

Pero sobre todas las cosas, la Diputación (y así lo ha propuesto IU allí) debería de ver la viabilidad (técnica y de coste) del funicular.

Y si esta es factible, iniciar cuanto antes su puesta en marcha.

Al oeste de España no hay funiculares y la vista del Lago desde arriba sería tan espectacular y radiante que se convertiría en lugar de "peregrinación".

Las dudas de carácter ecológico se resuelven en este sentido: estéticamente el funicular ya existe en su aspecto duro (raíles, canalización de estos y casetas arriba).

Se trataría de instalar un vagón de poca cabida (discreto) y convertir en refugio-cantina la edificación de arriba.

Y respecto a la afluencia de gente, que lógicamente se produciría (ahí  está lo bueno); sería cuestión de crear nuevos focos de interés en la zona.

Por ejemplo, el propio funicular puede dispersar haciendo que la gente se vaya hacia las mesetas que hay tras el Pico del Fraile.

También ocurrirá que otras personas tras contemplar la vista desde allí sigan viaje o desde allí pueden descubrir nuevos sitios donde acercarse.

El funicular es el golpe de efecto más rentable en favor de la economía de la zona.


FRANCISCO MOLINA (*) (*) Diputado provincial de IU. La Opinión de Zamora. 19 de Septiembre de 1996

No hay comentarios:

Publicar un comentario