CONSERVADORES,
TIBIOS Y REBELDES
Si se abre el libro
de la Historia a voleo y se repara en cualquier país, se puede ver que siempre
aparecen tres grupos de personas:
Los
conservadores:
Son aquellos
individuos que entienden están en el mejor de los mundos posibles.
Que entienden que
algunas cosillas se podrían mejorar si los de-mas no fueran tan gandules.
Se conmueven cuando tropiezan con la miseria
(pero lo superan con caridad). La justifican porque la vi-da es así y aunque
triste, siempre hubo y habrá, ricos y pobres.
Estas gentes, que
viven y se reproducen en todas las clases sociales, tienen su hábitat natural
en la alta y la media—alta.
Al ir todo como Dios
manda, (suelen ser creyentes, entendiendo que Dios “prueba” a unos en la
riqueza y a otros en la pobreza) entonces, estando conformes con el orden
establecido, tienden a conservarlo (de ahí el nombre) defendiéndose contra todo
cambio.
En las sociedades
esclavistas estaban, claro, por la esclavitud.
Los
tibios:
Proliferando en toda
clase social también, abundan preferentemente en la media y baja ínfima.
Su filosofía de la
vida está basada en el dogma maternal de “no te metas en líos”.
Sueñan con pasar a
ser clase alta y en consecuencia la imitan en costumbres, moral e ideas-motrices,
aunque llegando tarde a todo.
Como no son tontos,
en los vaivenes políticos suelen inclinar la balanza hacia los que les parece
que van a ganar.
El tibio es un ser
mucho más religioso de lo que confiesa, aunque en lecho mortal lo confiesa
todo.
En épocas de
esclavos, lo fueran ellos o no, aceptaban el fenómeno, o bien por encontrarlo
natural o bien por mido (lo que también es natural).
Los
rebeldes:
Si con conservadores
y tibios no habría sociedad con sobresaltos y aún se seguiría en la edad de los
esclavos, los rebeldes —sin saberse porque— han surgido a lo largo de la vida
de la humanidad evolucionándola (rebeldes científicos) o revolucionándola
(rebeldes sociales).
Porque los rebeldes
son las mujeres y los hombres de cualquier sociedad que no se conforman con
aceptar las cosas como son, que se indignan y se inquietan ante lo que sufren o
lo que ven sufrir.
Los rebeldes, aunque
también se dan en todos los estratos, lo hacen a la inversa de los
conservadores, menos en las clases pudientes, más en las bajas.
Estas gentes que se
rebelan contra lo que les parece indigno son mal vistas para los conservadores,
(les estropean la fiesta) e incomprendidos en largos periodos por los tibios
(les estropean su diseño secreto de ascenso en la vida).
Los rebeldes son los
que en su momento lucharon y acabaron
con el mercado de esclavos y esclavas.
Ninguna de estas
tres categorías de personas lo son desde que nacen hasta que mueren obligatoriamente.
Más bien puede darse
todo lo contrario, que la misma persona pase por los tres caracteres.
En la primera mitad de este siglo, los
rebeldes comunistas de algunos países tuvieron la oportunidad de avanzar hacia la
utopía, no sólo desde la calle o la oposición, como otros, sino desde el poder
logrado con insurrecciones.
Al aplicar un
concepto teórico: La dictadura del proletariado, la experiencia acaba de
indicar que se va al desastre (éxito moral del capitalismo, descrédito de los
grupos que de verdad luchan por modificar lo negativo, etc).
Por tanto, lo
conocido como derrumbe de los Países del Este, siendo una victoria para el
capital, es a la vez un gran paso para los rebeldes de todo el mundo, por dos
razones:
Una. Sigue habiendo
una meta por la que luchar porque sigue habiendo situaciones de injusticia y
desigualdad, pero ahora hay una gran enseñanza, “dictaduras ninguna, democracia
sin límite”
Otra: Aunque parezca extraño, para las fuerzas
conservadoras resultaba útil que existiera un ejemplo tan negativo de revolución,
por lo mismo que le resulta eficaz al catolicismo que exista el demonio (¿quién
gana más adeptos, el amor al cielo o el miedo al infierno?).
Ahora, desaparece de
la pantalla el reparto de Buenos y Malos y emerge de nuevo el trágico reparto,
el de afortunados y desafortunados, y unos mandando sobre otros.
Tú eliges lo que te
gustará ser en el recuerdo, pero observa que conservadores y tibios son de
modelo único, mientras que rebeldes hoy día los tienes anarquistas, feministas,
marxistas, verdes, pacifistas,...
FRANCISCO
MOLINA. El Correo de Zamora. 2 de Septiembre de 1991. Imperecedero
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