martes, 29 de diciembre de 2015

VÁMONOS AL RIO

VÁMONOS AL RIO

Que la política que aplicaron los gobiernos del PSOE era de derechas está ya demostrado por los hechos (la segunda reforma laboral que baraja el PP no es más que la segunda etapa de la del PSOE, una vez visto que ésta no sirvió para "incentivar suficientemente la iniciativa privada").

Lo que queda por discutir ahora no es cómo era aquella política, sino si el pueblo español es sociológicamente de izquierdas o no.

 Mantengo la tesis de que aquello fue hace tiempo y que ahora "la mayoría de la sociedad es conservadora".

Los que defienden que la mayoría es de izquierdas utilizan los últimos resultados electorales como argumento.

Dicen, si sumamos los votos del PSOE (9,2 millones) con los de IU (2,8) dan 12 millones, mientras que PP más PNV y CiU pasan solo ligeramente de 10, luego demostrado.

Sin embargo el error surge de creer que los votantes del PSOE no votaron "conservador".

Veamos las cosas con este otro razonamiento. Repetimos: La tesis es: En España la mayoría es conservadora (es decir, de derechas).

Que esto es así en los votantes del PP no debe llevar ni una línea el demostrarlo.

Observamos con más detalle el carácter conservador del votante del PSOE. 

Para hacer más evidente el razonamiento conviene recordar que "conservador" es el que "tal y como están las cosas las ve bien y por tanto cuanto menos se meneen, mejor".

Pues bien, así votó el apostante del PSOE. Quería que lo que ya duraba 13 años no se modificara, y hasta tal punto quería conservar  eso, que le daba lo mismo la corrupción, el terrorismo de estado, el enchufismo, etc.

¿ Y por qué ese votante, que podemos relacionar con el pueblo sencillo, quería conservar las cosas?

Sencillamente, porque en los últimos 13 años ha recibido mucho.

Veamos cuanto. Al coger el Gobierno don Felipe, el Estado debe solo 4 billones de pesetas. Y en 13 años ha pasado a defender 48 billones, es decir 44 billones más.

Teniendo en cuenta que un billón es un millón de millones, y que en España somos 40 millones de personas, basta dividir y... se ve que cada familia ha recibido, en metálico o no, el equivalente a 1,1 millones de pesetas por miembro.

Es decir que una familia, compuesta por abuela, matrimonio y la parejita, se ha embolsado 5,5 millones en una docena de años, a mayores de lo que ganara, con lo cual su nivel de vida (y en consecuencia su nivel de conformismo) ha subido lo suficiente como para rezar la plegaria "Virgencita que me quede como estoy". (El problema está en que esa riqueza es falsa, todo eso se debe, y por tanto la misma política de derechas nos exige —Maastrich— que lo devolvamos).

Y en medio de todos estos cambios sociológicos (lo que fue mayoría sociológica de izquierdas es mayoría sociológica conservadora) Julio Anguita genera la teoría de "Las dos orillas".

Teoría que, sea de él o no, es más perfecta de lo que parece.

Tal teoría defiende la idea de que estamos ante un rio, en cuya orilla izquierda (durante los últimos años) solo estaba IU, y en la orilla derecha los demás, incluido el PSOE (se habla solo de grupos grandes del arco parlamentario).

Ante esta teoría se le pone verde a Anguita acusándole de "excluyente" al pretender —dicen— "excluir" al PSOE de la orilla izquierda y pretender —dicen— la "exclusividad" de la lucha en la izquierda.

Nada más injusto, ni grotesco. Decir la verdad no excluye a nadie y menos con la metáfora del río, pues quien quiera puede cruzarlo y cambiar de orilla.

Lo que pasa es que para estar en la izquierda, el PSOE tiene que "mojarse" (los ríos llevan agua): lo mismo que se mojó para cambiarse a la orilla derecha apostando por el militarismo de la OTAN.

El error de los "enemigos" de Anguita está en creer que "pegándose" al PSOE (arrimándose), se puede atraer al electorado de éste.

Error que proviene de pensar que el votante no vota con el bolsillo.

El votante del PSOE votará conservador (o sea PSOE) hasta que le vea las orejas al lobo, es decir hasta que la propia política de derechas del PSOE le obligue a, desde el gobierno, seguir pidiendo sacrificios para devolver el dinero que "pidió prestado para engañar".

Ahora bien. El citado partido no está ya gobernando. Entonces, respecto al río, podemos preguntarnos "¿Dónde está el PSOE matarile rile-rile-ron?".

Y nos lo podemos preguntar porque, al no ser ya gobierno, no son ya los hechos los que nos dirán de qué pie cojea.

Si a eso le unimos que ellos dicen que son de izquierdas, pues vete tú a saber qué son ahora.

Dado que en la oposición se puede ser lo que no se es (recuérdese su postura con la OTAN) les va a ser fácil engatusar a la gente viniéndose a veranear a la orilla izquierda.

Eso le crea un problema a IU, el de presunta intransigencia si no se hace la tonta y hace como que se cree "que son de izquierdas".

Moraleja: habrá que mojarse para coger peces, procurando antes que las aguas corran un poco más limpias.


FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. 26 de Junio de 1996. Imperecedero

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