sábado, 12 de diciembre de 2015

EL NOBEL DE LA VERDAD

EL NOBEL DE LA VERDAD

CUANDO la religión era obligatoria en la escuela, la palabra del Papa era infalible.

La razón era evidente, siendo el representante de Cristo en la tierra, y éste, Dios, es elemental concluir que la palabra de un Sumo Pontífice es palabra de honor, bien y verdad.

Por ello, si el Papa ha dicho que lo de España es un desmadre, un relajo y un neopaganismo, tiene más razón que un santo, o por lo menos mas razón que un ministro (que encima es del PSOE).

Ejemplo: el Solana (un ministro) ha dicho que el Papa seguramente estaba mal informado; pues miren, para estar mejor informado que él, que ha hecho una Reforma Educativa en que sigue creyendo que la Física y la Química tienen algo que ver, no hace falta ser ni Papa.

La sociedad española vive, en efecto, “volcada en el hedonismo”, que traducido al castellano significa que todos y cada uno (y una), de uno en uno (y de una en una), sólo piensan en vivir cada vez mejor, en tener cada vez más cosas; encerrados en un egoísmo que va desde el “mientras ande yo caliente ríase la gente” al “a mi plín, yo duermo en picolín”.

Y hablando de colchones, también ahí nos ha pescado el Vaticano con las manos en la masa, que todos (obsérvese que no se pone “todas”, por respeto) están pensado en lo mismo, y con ganas de cachondeo (versión diccionario), orgia y tente tieso (tiesa).

Buenos coches, mejores vinos e insuperables siestas son los fines insaciables de los iberos, los vascos, los celtas, los sárdanos y hasta los gitanos.

Y las mujeres lo mismo, que con estas caritas de mosquitas-guapas, no salen del templo; pero no del de siempre, sino del templo del Corte Inglés.

O sea, que en España las gentes no solo quieren vivir bien, sino que se observa a hasta una dedicación exclusiva a querer vivir requetebién.

Y encima lo consiguen, que hay encuestas que indican, porque así lo confiesa el pueblo, que encima... ¡son felices!.

Ante este estado de cosas (todas las cuales las debemos al partido del Gobierno y al Gobierno mismo, que son, por tanto, los culpables de tanto bienestar material y tanto malestar papal), pues lo “decido”, ante esto ha de preguntarse uno:

¿Qué tiene que ver lo que nos rodea con el valle de lagrimas que nos han dicho que era este mundo? Nada.

Aquí, en España, le hemos chafado al Creador el Valle de Lagrimas que tuvo que hacer para que purgáramos el pecado original (que de original no tuvo nada, pues está mas visto que el tebeo que una mujer tiente a un hombre con fruta prohibida).

Pero a lo serio: en nuestra amada patria se está viviendo a lo bestia, adorando a dioses (y diosas) falsos (falsas) en lo que es evidente se trata de un nuevo paganismo.

Por querer vivir como Dios nos olvidamos de Él y nos vamos a condenar; eso es lo que nos advierte, en su obligación, el jefe del Estado Vaticano.

Es mucho más sensato renunciar ahora a estos bienes temporales a cambio de una eternidad de ensueño.

Se trata de ser siempre egoísta, pero con vistas.

Vidorras solo puede haber una, o ésta o la otra.


FRANCISCO MOLINA. El Correo de Zamora. 1 de Octubre de 1991. Imperecedero

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