EL
SUPER PROFESOR
YA lo ha conseguido.
Hacía años que venía
trabajando sobre ello y ya está.
Era una vieja aspiración
del Ministerio de Educación y Ciencia que parecía imposible, pero aquí la
tienen.
Y, además en Zamora,
a un tiro de piedra, en lo que llaman el CEI (ex Universidad Laboral).
Se trata pura y
simplemente del prototipo —se supone que en periodo de prueba aún— del
superprofesor.
Si, el superprofesor
está inventado y además es rentable, pues no requiere una preparación especial.
Ni por parte del
individuo y menos por parte del organismo promotor, el MEC, S.A. (Sociedad
Alocada).
Al fin en España, y
honrando a estas nobles tierras, el superprofesor: un señor que ha de dar por
obra y “gracia” del sistema educativo imperante ¡5 asignaturas, 5!
El superprofesor (un
invento del TBO de esos señores que gustan de ahorrar de los fondos de enseñanza,
va a dar/impartir las materias de Filosofía, Formación Humanística, Lengua,
Geografía e Historia y, para remate, Informática.
Todas ellas asignaturas
de Enseñanzas Medias.
Hay rumores sobre
que ya se intentaron anteriores experiencias, pero parece que es ahora cuando
el Ministerio se ha decidido a presentar en sociedad este “modelo-todo-terreno”..
(¡Qué filón para los periodistas!)..
Y como se dijo, no se crean que es caro conseguir
un docente de este calibre, el método es más sencillo y barato que todo lo
imaginable.
Basta con que el
interfecto estudie algo, por ejemplo Filosofía.
Luego se inventa una
cosa que se llama “asignaturas afines” según lo cual, por haber acabado una
carrera, el Estado, a modo de suegra cariñosa que obsequia a su hijo político, le
faculta como experto en otras varias que no ha mirado ni por el forro (o que
miró sin querer).
¿A que no está mal?
Tu sacas el titulo de barbero y de propina te autorizan a ejercer de fontanero,
electricista y todo lo que convenga.
Lo que convenga, eso
sí, “a ambas partes” que esa es la coartada del poder; el estar capacitado para
decir, con la cabeza bien alta, que la parte contratante de la otra parte está
de acuerdo, e incluso, ante otra opción, puede haber pedido la de marras (¡Cómo
sería la otra opción!).
Mas eso no le exculpa
a la autoridad sino al revés, ella está para evitar lo que resquebraje lo coherente.
Todo se da por el
eterno problema, la manía de ahorrar dinero. Y así, mediante superprofesores,
se busca cubrir la necesidad de profesorado sin el profesorado necesario.
De esta tacañería
los que pagan el pato son los alumnos, ya que mientras no se demuestre lo
contrario para el que aprende, cuanto más sepa el que enseña (de lo que enseña)
mejor.
Claro que en la enseñanza
española, ¿quién, es el alumno? el último mono.
Si esto se une a que
el MEC cuando comete un error no lo corrige, pues pasen y vean:
En Zamora sobran
profesores de letras y faltan de ciencias, pero como sumados ambos grupos dan
el “cupo correcto” (eso significa que para Madrid, si les parece que a esta provincia
con setecientos docentes en total le basta, pues listo y ya puede la realidad
decir lo contrario, que ni mu), pues eso, no pueden pedir mas de ciencias.
Sigue la bola, aquí,
profesores que deseaban estar en esta ciudad y podían pues así había sido el
curso anterior, y ahora tenían plaza, fueron enviados por error —que el MEC no
quiso resolver aun siendo suyo (o per eso)— a otras provincias y ahora, la locura,
no los sueltan en ellas porque saben que son de materias que escasean (informática
y tecnología-agraria).
¡Como si no diera lo
mismo para el sistema que sean los alumnos de allá o los de acá los que se vean
sin profes.
Añádase a estas
muestras, profesoras y profesores que habiendo aprobado las oposiciones hace más
de doce años no tienen aún ¡destino fijo!
Luego, hay alumnos
que se quejan de algún profesorado al que no se le entiende... vale... pero, y
al Ministerio de Educación ¿quién le entiende?
FRANCISCO
MOLINA El Correo de Zamora. 31 de Octubre de 1990
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