DISEÑO
CURRICULAR CURSI (I)
Normalmente los
escritos de colaboración en prensa, debido a su longitud, dejan infinidad de
cabos sin poderse atar, ya que al tener que adaptarse a determinado tamaño,
solo es posible esbozar los trazos de aquello que en ellos se expone.
Y eso no es malo —el
que queden cabos sueltos— pues no se busca que lo dicho sea un sermón de púlpito
—que ha de permanecer por definición inamovible— se busca, por el contrario,
provocar discusiones sobre la cuestión de turno.
Pero con lo que
sigue tal vez haya que explayarse todo lo que sea preciso porque el tema gusta
de tanto como disgusta.: ¡E1 fracaso de los escolares!
En una de las últimas
jornadas de protesta de los estudiantes, entre las peticiones que hacían
—aprovechando la insuficiencia de la reforma educativa (LOGSE) anunciada—
figuraba la de que los exámenes con un porcentaje superior al cuarenta por
ciento de suspensos tuviera que repetirse.
Es la primera vez
que piden algo útil para ellos.
Hasta ahora y aún
ahora —pues esa petición les engañaría— las chicas y los chicos han pedido
cosas tan sensatas que parecen adultos y, por tanto, todo eso, conseguido o no,
no ha logrado hasta hoy resolver su principal problema: ¡suspenden
—insuficientean— demasiado!
El fracaso escolar
es algo palpable.
La LOGSE, tal y como
está en el borrador, al menos en teoría —¡faltaría más!— pretende mejorar la
calidad de la enseñanza, pero... ver para creer:
No afronta la principal
reforma.
Añádase a ello que
los grupos de personas que pueden influir en el producto final de la ley pasan
de la receta imprescindible para corregir la debacle de las notas —debacle que,
aun existiendo, oculta la más gorda, la del desconocimiento que muchos de los
que aprueban tienen de las materias, pues dígase también claro, pasan (aprueban)
más alumnos de los que se lo merecen—.
Para diseñar una
enseñanza sana, amena, estimulante y formativa, al alumnado hay que pedirle lo
que puede dar y no más.
Gráficamente se ve
mejor: En la actualidad, en botellas de cinco litros (los alumnos), los profesores,
por orden del Ministerio, han de meter seis litros —¡misión imposible!—, o sea
que hay demasiadas asignaturas, demasiados temas dentro de cada una y
demasiadas horas de clase-típica.
Como nadie está en
contra de mejorar las condiciones positivas del sistema (salvo el mismo Gobierno
al no dedicar lo mas posible a la enseñanza) resulta que los expertos y toquisqui,
pide: reducción del número de alumnos por profesor, mejora de las condiciones
materiales y de material educativo de los centros, cursillos de
perfeccionamiento de los docentes (esto último un error publicitario, pues poco
pinta en el fracaso escolar, y así por pedir que no quede... ¡Pero nadie pide lo
elemental!
Porque siendo las
medidas anteriores buenas, chocan con una tarea imposible, meter seis litros en
una botella de cinco que es lo que se pretende hoy día.
Mas, pensándolo
bien, tal vez el ejemplo que se esté utilizando no es adecuado, pues puede dar
la impresión de que al menos cinco litros quedan dentro de la botella, lo cual
no es real.
Tal vez sea más
adecuado como imagen indicar que lo que pretende el Ministerio es que se metan
seis litros de agua en globos con capacidad solo para cinco, de forma tal que
la tarea no solo no se consuma sino que en el empeño muchos globos quedan
rotos.
La LOGSE a todo lo
que tienen que aprender los alumnos-as lo llama “diseño curricular base”, tal
vez para ocultar que pocas cosas van a cambiar (por eso cambian los nombres, ya
que no las substancias).
Antes se le llamaba
temarios, programas, lecciones o el contenido.
En estos “diseños curriculares
cursis” no consta que se reduzcan ni asignaturas, ni temas, _ni horas de clase
(es más, aumenta las de los chicos-as de trece y catorce años).
Y es lógico, el profesorado
nunca va a pedir reducirlo ya que para él ello puede suponer variaciones en sus
perspectivas de traslados.
Son los chicos-as
los que tienen que luchar por ello pero, como tienen complejo de vagos, no la
hacen.
Por eso el fracaso
escolar seguirá existiendo y ya pueden venir equipos psicopedagógicos a cantar
saetas.
FRANCISCO
MOLINA . El Correo de Zamora. 24 de Mayo de 1990
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