miércoles, 30 de diciembre de 2015

EL CUERPO ÚNICO


EL CUERPO ÚNICO

Estaba la pluma cargada para otras descargas cuando en televisión y a horas en que todavía está el cuerpo entero (la humanidad se divide en dormilones y no dormilones, que diría el premio Nobel Pikolín), apareció Enmanuelle (película que merece verse nueve semanas y media).

Naturalmente, a partir de ahí no hay otra posibilidad que charlar del cuerpo.

La reforma educativa (vulgo LOGSE) es algo que se hace para la sociedad y por tanto su juicio debe ser lo mas abarcante  posible; pero como en todos las modificaciones materiales, sociales e incluso humanas, al final, a la inercia natural hay que añadir la que aportan los técnicos.

Así, en esto de la LOGSE parece que la confrontación no va a darse entre sociedad y Gobierno para que el parto sea lo mejor posible, sino entre expertos y Administración, para que prospere o no la idea o el instinto de los que viven de esto (profesoras y profesores.

Otro día y bajo el título de “Diseño curricular cursi”, en estas mismas páginas (si el tiempo y los Niños Censores de Viena no lo impiden) se opinará sobre el por qué del fracaso escolar y cómo la LOGSE no lo va a evitar drásticamente.

Ahora se trae a primera fila lo que está siendo la gran batalla en la trastienda:

¿Cuerpo único si, cuerpo único no?

Sépase que actualmente en EGB imparten clases los maestros que, en un noventaytantísimo porcentaje, han estudiado una carrera (para ser profesor) de tres años (diplomatura), y que en FP y BUP los profesores de materias técnicas proceden de estudios que duraron cinco años (licenciatura).)

También existen, en enseñanzas medias, fundamentalmente, profesores de titulación técnica que imparten clases de prácticas (maestros de taller).

Como el paso que va a dar la sociedad española pretende una nueva ordenación del sistema educativo (algo no frecuente), algunos sectores de los docentes creen que es el momento de apostar por unos profesionales nacidos para enseñar.

Por ello, dicen, créese una nueva carrera de cinco años (licenciatura) que han de cursar todos los que quieran ser profesores.

En esos estudios habría una especialización doble (según gustos), hacia la materia que más apeteciera (por un lado) y hacia la edad de los alumnos que mas motivara (por otro).

Naturalmente, los hijos de esa madre única (la misma carrera) desembocarían en un cuerpo único, pues todos serian licenciados.

Nadie habla del cuerpo único Turmix, como los contrarios a la idea dicen por ahí.

El cuerpo único Turmix, que surgiría de meter todo lo que ahora existe, en cuanto a tipos de profesores, en un turmix, enchufar, esperar el tru-tru-tru y darle el mismo tratamiento a la masa obtenida, no consta que lo pida nadie, así que quienes difunden esa idea debían explicar que buscan con la confusión.

La sociedad, y no los docentes solo, es la que debe pensar que sería mejor para sus hijos, que les den clases profesores con mayor preparación científica y pedagógica o que todo siga como hasta ahora?

Téngase en cuenta que con el cuerpo único el profesor de niños tendrá mayores conocimientos científicos y el de adolescentes más conocimientos técnico-docentes (pedagógicos).

Ante todo esto, ¿con qué se descuelga el MEC?

Por un lado acepta respetar los derechos de los maestros actuales a dar clases a chicas/os de 12 a 14 años, pero por otro dice: A los niños menores de esa edad, con que les den clase como hasta ahora, vale (renuncia a ofrecer mayor calidad docente a las familias), y en enseñanza secundaria (de doce a dieciocho años), que todo siga igual (en cuanto a las características de los profesionales), es decir, no hay nada que arreglar tampoco (¿ustedes que creen?).

Mas en esta etapa mantiene y acrecienta el agravante de establecer dos categorías de profesores (profesores rasos de secundaria y catedráticos).

Habrá un treinta por ciento de “mejores” (calidad porcentuada) que, haciendo lo mismo, lo mismo, lo mismo que otros, cobrarán 300.000 pesetas más.

¿Cómo se llegará a distinguir el grano de la paja? Seguramente con los CEP (centros de profesores), que se crearon para consolidar la jerarquización de los docentes, siempre soñada desde arriba y extrañamente deseada por algunos desde ahajo.

Si prospera esta división en medias, las carcajadas del Ministerio van a ser de órdago, pues su ojito derecho —los CEP—, hasta hoy despreciados por el profesorado de FP y BUP, van a ponerse a tope de aspirantes a cátedras (cosa lógica, pues haciendo lo mismo se ganará mas).

Mientras, las madres/padres ya lo saben, si docentes que hacen lo mismo cobran distinto, exijan a los que más reciben; en lógica capitalista, ¡son los mejores!


FRANCISCO MOLINA. El Correo de Zamora. 8 de Mayo de 1990

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