sábado, 26 de diciembre de 2015

CHUPAR DEL BOTE

CHUPAR DEL BOTE

El Sistema Capitalista no se basa en crear lo necesario para vivir bien y trabajar sólo lo imprescindible para producir eso que es necesario.

No. Ni hablar, el sistema se basa en vender cualquier cosa para que te den dinero y luego vuelta a empezar, sin tiempo para vivir y sin saber cuánto dinero hay que tener para poder por fin disfrutar de la vida.

Según esta regla de tres y para garantizar que se va a vender todo lo que se produce, por bazofia que sea, se nos pide a los mortales que tengamos hijos sin parar (carne de consumo en Occidente y carne de cañón en Oriente) aunque ya no estemos para muchos trotes.

En este plan hay que reconocer que el problema de Zamora está en que no tiene mucho que vender, salvo el Vino de Toro, la Semana Santa y el Lago de Sanabria.

Y hablando de Sanabria, recuerdo, y viene a cuento, una promoción que hacia la Diputación en El Puente.

Entonces era yo diputado provincial y acudí allí coincidiendo en un momento con Antolín Martin, a la sazón (y ya sazonado aunque en secreto) presidente de la Diputación, y también con el entonces director de LA OPINION-EL CORREO DE ZAMORA, el señor Rodero.

Dado el tipo de acto y la necesidad de promocionar (para ver si se venden) los productos de la tierra dentro de lo dicho arriba, y en un tono de broma, sugerí que dado que en Zamora por culpa de la Liturgia era imposible repetir la Semana Santa en otras tres semanas, lo que tal vez procedía era poner en marcha en otoño una Semana de Pasión-Pasión o sea de cine porno.

El acontecimiento supondría un contraste morrocotudo en un lugar tan místico como lo es nuestro entorno, con lo que se traduciría en una publicidad gratuita bestial, mas una asistencia de visitantes descomunal (en Barcelona y Copenhague tienen algo parecido y el éxito es de aúpa) y tendríamos así mismo, la confirmación de que habíamos descubierto un yacimiento de empleo nuevo, surgido de la riqueza que supone vender el producto descrito.

El asunto quedó en broma pues sabido es que de las mujeres públicas solo debe tirar la iniciativa privada.

Pero hete aquí que aparecen "Las Edades del Hombre".

Un truco que consiste en recoger todas las piezas que, por la provincia de turno, tiene un propietario (la Iglesia), juntarlas y crear un museo itinerante.

Como la gente se aburre hasta decir basta y como las edades de Lulú las leerás pero no las catarás, pues resulta que a Zamora está viniendo gente en cantidades industriales a comprar "humo", porque humo es lo que vendemos.

Aunque lo cierto es que estamos en el sistema que estamos y lo mismo que si en vez de "Las Edades" la iniciativa hubiera sido del Elefante de Oro y del Pato Rojo y del Conejo de la Suerte, que, si por contar con subvenciones, hubieran traído a lo mejor de Hoollywood y en consecuencia la recta de Coreses y la Muralla se hubieran convertido en lugar de peregrinaciones, habría que buscar que el asunto se prorrogara, y por tanto nos corresponde, si queremos a nuestra tierra, pedir una larga prorroga de "Las Edades del Hombre".

Prorroga a la que la Iglesia estaba obligada a acceder, en primer lugar porque Zamora es pobre y necesita esa ayuda (no vale tratar al pobre como al rico y decir que en otros sitios no hubo prorroga), también debía de acceder el señor Melendez porque las obras de arte que exponen, son de parroquias de esta provincia y nada se quita a nadie, y por último, debían de ceder porque ellos no ponen ni un duro ya que todo lo paga la Junta.

Nunca se entenderá bien esa disculpa de que es preferible la Misa del Gallo a la gallina de los huevos de oro.

Y respecto a las instituciones zamoranas, otra vez nos salieron ranas, pues su obligación era pedir que pudiéramos seguir chupando del Bote... de Zamora.


FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. 20 de Noviembre del 2001

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