HUESOS
DE PLÁSTICO
Antes a los perros se les daba un buen hueso (de los
del cocido) y ellos lo agradecían tanto que se convirtieron (uno a uno) en el
mejor amigo del hombre (y de la mujer).
Desde que se inventó
el plástico se han fabricado huesos de ese material, huesos que los amos
urbanos de los perros les dan a estos para "que se entretengan".
Los perros, que no
son tontos, desde entonces han acuñado la célebre frase de: "A otro perro
con ese hueso".
En esta "vida
perra" que llevamos, las dudas sobre si León, sola, debe ser una autonomía,
o si las hermanastras León y Salamanca, junto a la Cenicienta Zamora, deben
separarse de la madrastra Castilla, son dudas que hay que, por fuerza, identificar
con "huesos de plástico (Y ante ello no cabe otra respuesta que "a
otro perro con ese hueso").
Eso no significa que
no se deba respetar la decisión de pedir un referendum.
Y por eso, por
respeto democrático, es por lo que ante el “si" o "no" a un
referendum lo que procede es "abstenerse".
Y ello por razones
sencillas.
- Desde posturas de
izquierdas no se debe apagar la voz de quienes quieren que hable el pueblo, por
tanto esta sería una razón, más que suficiente, para votar que si al
referendum.
- Pero no es menos
cierto que en Zamora no existe la sensación de que éste sea el problema de
quienes aquí vivimos.
Es estrambótico que
cuando lo que en esta tierra impera es: el paro, la precariedad en el empleo,
el barbecho obligatorio de nuestros campos, el encogimiento y amenaza sobre las
pensiones, el desmantelamiento de los servicios, etc. etc.; se presente como
solución o pócima de brujos, la segregación de la autonomía de Castilla-León de
lo que algunos llaman el Reino del País Leonés y que al parecer, tras leer
mucho (pero no porque se perciba en la vida cotidiana), es el conjunto: León,
Zamora, Salamanca.
Y si ya esto es
estrambótico, llegamos al borde del desideratum cuando tal referendum se
propone, justo, cuando en la provincia de León se habla de otro; pero éste para
que ella solita sea una autonomía.
Todo esto invita a
encontrar inapropiado el referendum, es decir todo esto contrarresta las
razones, de respeto democrático, en favor del sí.
Y sabido es que
cuando un "sí" se enfrenta a un "no" de igual calibre lo
que procede es abstenerse.
Hay que
"lavarse las manos” ante unos mesías que dicen que su reino no es de esta
España, que lo bueno (¿para qué?) sería una autonomía León-Zamora-Salamanca.
Que resulta que por
lavarse las manos no se celebra el referendum: No pasa nada.
Que por lavarse las
manos si hay referendum y hay que decir que desde siempre los Conservadores han
utilizado el localismo para hacer creer que el rico de Astorga tiene los mismos
problemas que el pobre de Astorga, pues se dice.
El abstenerse no es
tener miedo a definirse, es ser lo suficientemente valientes como para, si se
tercia, decirle a la gente: No te dejes engañar, estos nacionalistas o
regionalismos o historiadores, cuando te tuvieran ya en "la tierra
prometida” te van a aplicar la misma política económica que hoy te tiene contra
las cuerdas, así que "a otro perro con ese hueso".
FRANCISCO
MOLINA. La Opinión de Zamora. 17 de Enero de 1995
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