AMOR
DE SOBRE (I)
La “sopa de sobre”
es sinónimo de cosa mala o por lo menos insulsa.
Aquí, con “amor de
sobre” no se hace referencia a un sentimiento soso o sin sabor, “quiá, quita de
ahí”;.amor de sobre se refiere al que se envía por carta.
Es procede hablar de
este tema, porque según los más profundos estudios sobre la cuestión se ha
descubierto que el amor eterno dura exactamente un verano y cuatro o cinco
cartas más.
Dado esto y como es
obvio, que todos/as aspiran a vivir cuantos más amores eternos mejor, y cuanto
más fenomenales son mas insuperables, se les va a instruir en lo que, de las
dos partes del amor eterno (el verano y las cartas) corresponde a la
correspondencia.
Pues a ello.
El
encabezamiento:
“Viene del Latín y
va a por ella” (Observación: Se va a adoptar la nomenclatura, varón para el que
escribe y hembra para quien lee, pero por supuesto que toda variable es posible
e incluso recomendable, según los casos).
Pues como decíamos,
estamos con el encabezamiento. Se llama así ( y es una parte trascendente de la
Carta) porque en él ha de hacerse saber a la persona que se ama, que ella
"se le ha metido" en la cabeza y no hay forma de sacarla.
Precisamente por eso se llama encabezamiento,
del griego: “En”=-dentro, y “cabezamiento”=de la cabeza, o sea, “te tengo
dentro de la cabeza”.
Se ve pues la
trascendencia que tiene un encabezamiento oportuno y certero; Si logras hacerle
ver que (sorbes 1os vientos por ella, que hablas solo, por su culpa; que se te ha metido entre
ceja y ceja.
Si logras ese golpe
de entrada, el resto de la carta sobra; pero eso es muy difícil, por ello el
encabezamiento, según los clásicos, suele traer a todos los enamorados de
cabeza.
Algunos ejemplos de
encabezamiento son:
“Estupenda mía”: Suele
ser eficaz, porque la pone a tono de lo mucho que la provoca.
Pero si es celosa se
desaconseja, pues empezaría con “si me llama estupenda de él", es que
opina que hay estupendas "de otros"; no le gusto yo sola, bua, bua,
bua”.
Así que el estupenda
mía, solo debe aplicarse en contadas ocasiones.
El “querida” ya esta
pasado -ahora se pone hasta en las instancias oficiales- ha perdido valor, si
acaso y si vas por ahí en gustos, empieza con un «te quiero Fulanita, (nos
referimos al nombre, no a procacidades que, la verdad, no es el momento).
Un encabezamiento
muy socorrido (llamado así porque si es real hay que pedir socorro) es el de “te
deseo”, pero claro luego toda la carta tiene que mantener el tono, y tú verás
si resistes recordándola rincón a rincón.
Ahora se lleva mucho
el arrancarse con el nombre (propio) de ella; además según el grado de pasión
puedes repetirlo dos, tres... veintitrés veces, con lo que la carta ya quedaría
muy avanzada.
Si quieren un
consejo de la casa irrumpan con un “chiquilla, no consigo quitarte de mi
cabeza, por eso te escribo, cosa que no hago desde que mi maestra me puso una
redacción sobre cómo pase el verano”
FRANCISCO
MOLINA. El Correo de Zamora. 22-julio-1991. Imperecedero
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