domingo, 20 de diciembre de 2015

LOS PENSAMIENTOS DEL “NO”

LOS PENSAMIENTOS DEL “NO”

Se trata en este artículo de hablar de las ideas de Agustín García Calvo.

Bueno, no hablar de ellas sino empezar a hablar de ello. Y eso por dos cosas. Porque ya tenía ganas y porque hace poco un extenso escrito suyo sobre la Escuela de Sabiduría Popular y la ocupación del ex cuartel Viriato pudo (por lo que se vio después) dar lugar a alguna equivocación.

Bautizar lo que dice Agustín García Calvo es difícil, por culpa de lo que dice.

La palabra más explicita para ese bautismo seria hablar del agustingarciacalvismo, Pero claro, lo que él piensa e invita a pensar es todo menos un cuerpo ideológico que institucionalizara algo nuevo (bastante hay ya con todo lo institucionalizado).

La denominación mas científica (en el sentido técnico, y no filosófico) seria llamar a lo suyo: "Las teorías del NO".

Pero según personas mas allegadas a él en lo que el cuenta (obsérvese que se evita la palabra: lo que el “predica”) advierten que la palabra "teoría" está contaminada por cuanto cualquier teoría, por definición, trata de explicar cosas que ni falta haría explicarlas si no se hubieran inventado sin sentido o con el sentido de crear problemas donde no los había.

Desde luego lo ideal sería que el bautizara a lo suyo. Mientras eso no ocurra voy a llamar a lo que él dice: "Los pensamientos del no".

Urge ahora decir que no soy un experto en su obra. De hecho he leído muy pocos libros suyos ("Valorio 42 veces", una delicia poética; "Que coños" unos estimulantes cuentos; "El amor y los 2 sexos"; "Contra la pareja" y "...De Dios").

Pero fueron estos tres últimos los que me han hecho enganchar a lo que dice. De hecho en la Escuela de Sabiduría Popular me atreví a desmenuzar el de "Contra la pareja" y "El amor y los 2 sexos" —que creo ahora explica él en versión original, allí.

Eso me hizo aprender (creo) su rollo. Y como es un rollo coherente, lúcido, inteligente, liberador y producto del trabajo, que ayuda a entender la vida en lo más cotidiano y en lo más pomposo me estoy agustingarciacalveando.

Con motivo de ese regusto decidí ir soltando algo de la aplicación a casos prácticos de sus pensamientos en escritos de prensa.

Por ejemplo, que fácil es entender la conversión de los cadáveres de Diana de Gales y de Teresa de Calcuta en dinero cuando se ha leído su último libro ("...De Dios") y en el que, por resumir, nos dice que hoy día Dios existe Realmente y es el Dinero.

Y aquí, al escribir la palabra Realmente con mayúscula empiezo a introducir la primera lección de los pensamientos del NO.

En la nomenclatura que usa AGC, las palabras cuya inicial va en mayúscula indican cosas que son inventos del poder; inventados claro, para crear y mantener ese poder de unos contra otros.

Las palabras que empiezan por mayúscula indican que hablamos de Instituciones, es decir de conceptos que si no existieran no pasaría nada malo (es más, que si pasa algo malo es porque existen), o por si se entiende mejor: una Institución es un invento que podría haberse inventado de otra manera y la gente lo hubiera aceptado igual de obediente.

Ejemplo: Se pudo haber inventado la Democracia, siendo esta una monarquía en la que al jefe de Estado se le elegiría por votación entre los descendientes del Rey o Reina una vez muertos.

En el sentido dicho son inventos del poder, son Instituciones, la Monarquía, la Familia, la Pareja, e incluso el Individuo, por citar solo algunos ejemplos, de los cuales el más chocante, sin duda, es el último.

¿Qué es eso de que yo (tú) eres un invento, una Institución como Individuo?

Pues si, en la adecuada escuela (la Familia) a todos nos hacen creer que somos distintos los unos de los otros (y el más distinto de todos yo por supuesto), con lo que creeremos en consecuencia que tenemos problemas y necesidades diferentes, y caeremos así en la primera trampa del Poder, del Capital, pues a partir de esa ingenuidad buscaremos la Salvación Eterna o Terrenal por cuenta propia en vez de perdidos en la nada del instante (lo que podría ser el pueblo).

Y aquí surge la paradoja del día: Agustín García Calvo con el tiempo (si no ya) va a convertirse en toda una Institución (me atrevo a profetizar que el paso del Tiempo lo hará ser reconocido como quien más ha aportado al pensamiento en toda la Historia).

Y cuando sea una Institución, estando como estamos en una Sociedad donde Dios es el Dinero querremos sacarle las perras a la memoria de "su persona"; y lo mismo que ahora decimos con Orgullo que el primo del hermano de un tío de la primera novia de un jugador del equipo de water-polo que gana una medalla de oro era de Zamora, para así sentirnos más grandes: diremos:

"Eh. eh, que Agustín García Calvo era de Zamora"

Pues bien, entiendo yo, que cuando él dice (en el escrito citado) que ante la postura ramplona de algunos okupantes del cuartel y el no entendimiento de lo que supuso y supone estar allí al día a día y no al Día de Mañana, se le quitan las ganas de morir en Zamora, no hace chantaje de "o universalidad o yo", sino que avisa:

"Compas, que no era a esto a lo que jugábamos y si al final es verdad que nadie entiende nada prefiero no tener donde caerme muerto", y lo que son las cosas Zamora perderá, en la escala de valores que Agustín repudia, algo que vale más de lo que la gente cree.

En el cuartel “entramos a la fuerza, pues qué menos que nos echen a la fuerza” dice él (fuerza que nunca fue bruta).

Y tiene razón, que se recuerde siempre una experiencia que venció los tabúes del Caos si no hay Jefes, del Desorden sino no hay Leyes, de lo Imposible si no hay Dinero.


FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. 18 de Septiembre de 1997. Imperecedero. Afortunadamente Agustín murió muchos años después, siendo enterrado en Zamora en una inolvidable tarde donde Amancio Prada cantó “El mundo que yo no viva” (letra de García Clavo) con música de tarde de Otoño y amigos por siempre

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